En enero de este año, en un restaurante de unos amigos, me senté al lado de una abuelita (de unos 80 años). Nos saludamos y hablamos del tiempo y la rica comida. La abuelita terminó de comer y se despidió con una sonrisa.
En febrero me encontré otra vez con ella en una calle de Naha (Okinawa). Nos sorprendimos mucho y estuvimos hablando unos 30 minutos. Me dio su nombre, yo le di el mío y nos despedimos.
A principios de mayo nos encontramos por casualidad en un gran centro comercial. La vi un poco cansada y sin preguntarle nada la invité a un café. Ese día nos conocimos un poco más.
Su esposo falleció hace unos años, sus hijos viven en Osaka y Tokyo, cada uno con su familia, y ella vive sola en Okinawa. Me contó el problema que tenía, que no sabía qué hacer y a dónde ir para pedir ayuda. Le dije que lo iba a averiguar y que la llamaría por teléfono.
Después de buscar por internet y preguntar a mis primas, la llamé y la acompañé a la Municipalidad de Naha para hacer los trámites necesarios. Una de las cosas buenas que tiene la Municipalidad de Naha es que ofrece mucha ayuda a las personas mayores de 65 años. Le dije que si necesitaba algo más que me llamara.
A finales de mayo me llamó por teléfono y me dijo que me quería invitar a comer. Me llevó a un lugar que ella conocía y hablamos de muchas cosas. Después de unas dos horas agradables, me dijo:
– nora-san, no te ofendas pero hoy quiero invitarte, quiero pagar yo.
Le dije que no, que no me parecía bien. Y ella me dijo sonriendo:
– nora-san, déjame explicarte lo que me pasó. Hace unos días estuve poniendo en orden unos papeles de mi esposo y encontré un sobre con 10.000 yenes dentro. Fue una sorpresa pero pensé que ese billete era un mensaje de mi esposo. Por eso, no soy yo, es mi esposo el que te invita hoy desde el más allá por todo lo que has hecho por mi. No te enojes y acepta la invitación, por favor.
No supe qué decir, pero viendo lo contenta que estaba la abuelita, acepté «la invitación de su esposo».
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Soy muy metiche, pero ya quisiera que nos contaras… de hecho, sobre las primeras dos fotos. Porque ha de ser interesante lo que platicaste con esa abuelita … (Verónica García)
No tenía pensando escribir esta entrada. No es la primera vez que me pasan estas cosas, y si cuento todas las cosas inimaginables, increíbles que me pasan, van a pensar que las invento. Pero para contestar a la curiosidad 😛 de la lectora mexicana Verónica García, comparto hoy esta simpática anécdota de una abuelita okinawense y esta servidora.
La foto de esta entrada es uno de los platos de la abuelita, y las fotos de hoy son de mi almuerzo. Y para los curiosos, el almuerzo en este restaurante cuesta 1.300 yenes por persona.
En un restaurante – レストランにて
Entrada original de Una japonesa en Japón
Muchísimas gracias por leerme.
Que tengan una buena semana.
Hasta la próxima 🙂
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今年の一月に知り合いのお店で、一人のおばあちゃんの隣に座りました。お天気の話と美味しい食事の話をして、その方は先に帰りました。
二月に市内を歩きながら、偶然そのおばあちゃんと遭いました。二人ともびっくりして、”縁があるのかしらねぇー”といいながらまたちょっとお話をして、そして初めてお名前を教えていただいて、私の名前も教えました。
五月の初めに、大きなショッピングモールでまた偶然お遭いしました。その時、ちょっと疲れた顔をしてましたので、コーヒーに誘いました。ご主人は数年前亡くなりまして、二人の息子さんは家族と本土に住んでいるので、今は沖縄で一人で生活をしています。そして困ったことあって何処に相談したらいいのか分からないとのことでした。この日初めて電話番号を交換しましたので、後日電話することにしました。
インターネットとそしてと従姉妹たちに相談してから、おばあちゃんに電話して一緒に役所でいろんな手続きと専門の人たちの連絡先を教えました。
五月の末に一緒に食事をしたいと誘いのお電話がありましたので、その方がよくいらっしゃるホテルのレストランでランチをいただきました。食後のコーヒーを飲んでい時に、おばあちゃんが:
ーnoraさん、気を悪くしないでくださいね、今日のランチは私が払いますから、ご馳走させてくださいーとおっしゃったので、私は優しくお断りしました。でもその方は:
ーnoraさん、説明させてください。数日前、亡くなった主人の香典袋を確認しながら処分しようと思ったら、その中から一万円が出てきました。ですから私ではなく、今日のランチ代は主人からですよ。ご馳走させてください。
なにも言えませんでした。年金で生活していらっしゃる方に払ってもらうのは心苦しいと思いましたが、感謝しながらご馳走になりました。
「今週の写真」でスペイン語のテキストに”あるおばあちゃんとランチ”の写真を載せたとき、メキシコの女性読者が”その時の話をしりたい!”というコメントを書いてくれましたので、彼女の”好奇心”に答えることにしました。
いつも読んでいただいて、ありがとうございました。
良い一週間でありますように、
ご自愛くださいませ。
ではまた ・・・
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