Ranko Fujisawa – 藤沢嵐子
(21-7-1925 – 22-8-2013)
Soy un nisei nacido en el conurbano bonaerense de la Pcia. Bs.As. y en el momento de la llegada de Ranko Fujisawa a la Argentina, estaba cursando la escuela primaria.
Recuerdo como mis padres esperaban con ansiedad escuchar la primera transmisión por radio Splendid el recital, y se prepararon sentados frente al combinado en el living, fueron varias las transmisiones y algunas veces la escuchaban con familiares y otras con sus amigos, todos ellos issei que emigraron anterior a la 2ª guerra mundial, hoy entiendo que fue muy importante para ellos poder escuchar una compatriota, que además cantaba tangos.Se pueden ver fotos de Ranko, que además era una mujer muy linda, en Un té con Ranko Fujisawa.
Ranko no sabia muy bien el castellano, y cantaba mayormente por fonética, asi que la audición fue con un interprete; miraba a mis padres que escuchaban muy complacidos la conversacion en japonés. En las sucesivas visitas mejoro su pronunciación y la conversación en castellano.
La primera canción fue “Mama yo quiero un novio”, y empezaron a reírse a carcajadas cuando escuchaban los defectos de pronunciación, que además eran los suyos, como describis en: Pelo – pero – perro – 発音の混同 y se embelezaban escuchando la parte cantada en japonés …
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Hoy tenía pensado escribir sobre mis aventuras y desventuras 😛 de mis vacaciones de verano, pero lo dejo para días después.
Un lector argentino descendiente de japoneses, me escribió un comentario sobre un recuerdo de su juventud, la cantante japonesa de tango Ranko Fujisawa.
Hace ya mucho tiempo mi padre me habló de ella, de una japonesa que cantaba tangos, y después de buscar en YouTube algunas de sus canciones, se las mostré para que las escuchara.
No sé cómo eran las primeras canciones de Ranko Fujisawa, cómo era ese castellano con sus defectos de pronunciación, pero en los dos videos/vídeos de hoy la pronunciación es prefecta.
Y, con el permiso del autor del artículo Un té con Ranko Fujisawa, tengo entendido que el kanji del nombre Ranko es 嵐子, que significa tormenta, y no 蘭子, que significa flor de orquídea como dice en su artículo.
El comentario del lector Juan me hizo recordar a mi papá y me hizo volver a mi segunda patria. Es agradable saber que hay personas que hicieron y hacen de puente sin saberlo, y que a pesar de las dificultades, se quedan con lo bueno de la gente, de los países, de sus costumbres …
Creo que me entró una basurita en los ojos … de la emoción …
Ranko Fujisawa y el tango argentino –
藤沢嵐子とアルゼンチンタンゴ
Entrada original de Una japonesa en Japón
Muchísimas gracias por leerme.
Una buena semana a todos.
Hasta la próxima 🙂
数日前、アルゼンチンに住んでいる日系二世の方からコメントをいただきました。
小学生だったころ (昭和二十年代)、アルゼンチンを訪れた「藤沢嵐子とオルケスタ・ティピカ東京」の思い出を教えてくれました。
藤沢嵐子さんは1950年代のタンゴ・ブームの時、「タンゴの女王」と呼ばれた方で、日本語ではなく、スペイン語で歌ったことで知られています。読者のご両親(日本人)が、自宅のリビングで同じ時期にアルゼンチンに渡った日本人の仲間たちと一緒に、故郷を思い出しながら、ラジオから聞こえてくる嵐子さんのタンゴを聞いていたそうです。アルゼンチンで初めて歌ったタンゴは「ママ、恋人がほしいの – Mama, yo quiero un novio」でしたが、スペイン語の発音が良くなく、笑って聞いていたそうです。南米に渡った日本人たちは、みなさん同じ悩みを持っていたと思います。両親もそうでした。でも、笑われても、正しい発音が出来なくても、異国の地で頑張ったんですね・・・
今日のビデオ、「カミニート – Caminito」と「さらば草原よ – Adiós pampa mía」の嵐子さんのスペイン語 (特に巻き舌) は素晴らしくて完璧です。日本語とスペイン語で歌っていますので、お楽しみください。
藤沢嵐子さん – ウィキペディアより
藤沢嵐子さんについて小松亮太さんが書いた追悼記事
透き通った声が素晴らしい ・・・
いつも読んでいただいて、ありがとうございます。
良い一週間でありますように、
ご自愛くださいませ。
ではまた ・・・
. . .
Una historia de lo más peculiar, gracias por descubrirnos a Ranko
Lo he oído un par de veces y no me emociona, lo siento, te lo digo sin malicia. No creo que te gusten los Led Zeppelin. :p
Hola Nora-san:
No es propiamente tú caso, pero está relacionado… el como ciertos hábitos, costumbres, rutinas, obligaciones que tanto nos «chocan» o nos encantan cuando niños, con la vuelta de los años (y tristemente, con las ausencias de los protagonistas) se han vuelto tan significativas y evocativas de otros tiempos, en que quizá eramos tan felices sin estar plenamente conscientes.
En mi caso, la música y la comida son acontecimientos (no visuales) que me remontan a otros tiempos en que era yo tan feliz con tan poco y sin saberlo.
Gracias por los recuerdos que haz propiciado en mí con este post.
Saludos cordiales.
Qué bonita historia, Nora. Ay, la nostalgia, qué agridulce es. Te recomiendo mucho un libro de Andrés Neuman titulado ‘Una vez Argentina’, no sé si será muy difícil de conseguir por ahí. ¡Un beso grande!
En mi casa la escuchaban encantados, la recuerdo muy bien
Mis respetos a ella y su flia
Q.E.P.D.
Besos
Hola, buenas noches!!!!
Hay cosas que si no se hacen con sentimiento no salen bien. Cantar, y sobre todo cantar tangos es una de ellas y Fujisawa-san lo hace muy bien. Se dice que los japoneses son fríos, pero consiguen no sólo cantar tangos, también ser campeones de bailar tangos, o ser especialistas en tocar la guitarra española, etc… poniendo mucho sentimiento. Qué bonita historia, y que bonitos recueros llenos de sentimientos. Aais, esa basurilla en los ojos. Esa verdad que los días cercanos ayudan mucho.
Gracias por leerme.
Un abrazín!!!!
Yo escuchaba los tangos en casa, de los discos que trajo mi padre desde Argentina, y que le encantaban. Mi padre también fue migrante en Argentina, también aprendió a disfrutar el tango, y yo también disfrute de esa música en casa cuando era pequeña… hoy me han regalado un recuerdo… Las basuritas emocionales que se te clavan en los ojos andan hoy por todos lados.
Siempre te sigo leyendo, un abrazo.
Menuda historia, a mi no me gustan los tangos, la música quiero decir, pero si como se baila, tan agarrado, contacto pierna con pierna muy carnal… 🙂
Hola Nora!
Que buena entrada!! A la señora Fujisawa la encontré en YouTube hace unos años de casualidad buscando tangos en japonés, me pareció re loco que en esa época ya el tango se escuchara por allá… Además de ella estaba Ikuo Abo, que según leí tampoco sabía español pero tiene un acento perfecto!
https://www.youtube.com/watch?v=WWiIcG-F0ZI
http://www.todotango.com/creadores/biografia/1361/Ikuo-Abo/
Te mando un abrazo!!
Estimada Norachan
Quiero contarte como era el entorno social del momento.
Además de ser del conurbano bonaerense, soy de una zona industrial, mis amigos, conocidos y vecinos, son Mario de abuelos yugoeslavos, Alejandro de abuelos húngaros (emigraron después de la primera guerra mundial), Héctor de padres lituanos, Esteban de padres polacos, Lorencito de padres y tío austriacos, Francisco de padres sicilianos, Yiro y Héctor de padre nijonyin y madre nisei, José lituano, y otros que sería largo enumerar, o sea una zona con muchos inmigrantes sobre todo europeos, y la mayoría a causas de la guerra.
Al día siguiente de la primera emisión por radio Splendid de Ranko Fujisawa, vino a visitar a mi madre, la vecina madre de Alejandro, con mucho jolgorio a contar su sensación por la transmisión, y que no era como lo imagino:
Mama yo quielo un novio que sea milonguelo guapo y compadlón….
Es la manera como nos satirizaban en las tiras cómicas de los diarios, revista, y otros medios de la época, sin embargo canto así:
Mama yo quiero un novio que sea mironguero guapo y compadrón….
Causo asombro y simpatía su forma de cantar, y en la parte cantada en japonés asombro por que sonaba suave, y melódico, a pesar de los Pelo – pero – perro – 発音の混同
Los vecinos estaban muy sonrientes y comentaban por la transmisión, fue una explosión de simpatía y de un éxito inmediato de Ranko.
Con el tiempo entendí, que en ese momento éramos issei, nisei y sansei, que nuestros padres hablaban el castellano con la entonación que les daba su idioma materno, era normal que un extranjero se disculpara por su castellano, sin embargo Ranko hizo que todos éramos iguales y no distintos; ocasiono que todos ellos hablaran más sin sentirse menoscabados, granjeo una mirada de picardía y simpatía con todos nuestros padres y abuelos.
Esta pequeña historia ocurrió en mi barrio, imagino que habrá ocurrido en otros barrios.
Por ello me considero un nisei gaiyin, como mis amigos, vecinos y conocidos.
Saludos
PD: las grabaciones que encontré corresponden a otros momentos, y no encontré grabación de la primera transmisión por radio Splendid, con la orquesta estable de la radio, dirigida por Víctor Buchino.
Norachan
Soy un perdido fanático del vicio por la pizza de muzzarela al molde, cada vez que vuelvo a Baires no dejo de cumplir el ritual de por lo menos saborear dos porciones de muzza al molde y una de faina y una bebida según el estado anímico (un vaso de Coca, cerveza o vino), por supuesto siempre de “dorapa”.
Actualmente resido en el exterior, estuve en Chile, Bolivia, Paraguay y Brasil, la pizza 4 quesos de San Pablo es la que más se acerca al gusto porteño, en algunos países existen cadenas de pizzerías estadounidenses, la verdad no les tengo ninguna envidia.
La MUZA5K me permitió saber que otras pizzerías que no tenía en cuenta, que son de primera, como la este año, El Imperio de Chacarita, cerca de una terminal de trenes, en mi época se las consideraba como de baja calidad.
Ya hace unos años atrás hay pizzerías de barrio que compiten con las de Corrientes sin ruborizarse.
El sábado pasado se realizó en Buenos Ares lo que se llama la Maratón “MUZA5K”,
te envió el comentario de La Nación y bigbangnews para ver las fotos entrar al portal si-guiente:
http://www.lanacion.com.ar/1936560-muza5k-asi-se-vivio-la-maraton-de-la-pizza-en-buenos-aires
#MUZA5K: así se vivió la maratón de la pizza en Buenos Aires
Cientos de personas participaron de este curioso evento sobre la Avenida Corrientes
Muza5K a lo largo de la avenida Corrientes. Foto: LA NACION / Maximiliano Amena
Mauricio Giambartolomei
LA NACION
SÁBADO 10 DE SEPTIEMBRE DE 2016 • 14:22
Desde Chacarita hasta el Obelisco, pasando por ocho postas a lo largo de la avenida Co-rrientes, los amantes de la pizza tuvieron la oportunidad hoy de disfrutar de un evento hecho para ellos: Muza5k, la maratón de la pizza que se supera año tras año desde su primera edición en 2012. Ayer participaron unas 600 personas y otras 1000 quedaron en lista de espera; en 2015 hubo 550 inscriptos.
blob:https://www.facebook.com/75132e73-4adf-45ae-96be-f6650a0965e7
Al finalizar la degustación en Las Cuartetas, la última estación del recorrido, los participantes debieron decidir, a través de la votación, la pizzería ganadora de la edición 2016 cuyo premio quedó en manos de El Imperio de la Pizza, de Chacarita, que también recibió la aprobación de la gente en las categorías «mejor pizzería para ir con amigos» y «mejor pizzería para comer de dorapa». La Continental obtuvo la distinción a la mejor atención y Las Cuartetas fue elegida para comer a la medianoche, para llevar a alguien por primera vez, y para un turista.
Foto: LA NACION / Maximiliano Amena
El recorrido comenzó al mediodía en El Imperio de la pizza, en Chacarita, donde los participantes se dividieron en tres grupos. Al corte de la primera porción de pizza y el sonido de la chicharra se dio oficialmente inicio a Muza5K y los participantes comenzaron su fiesta. Hubo quienes asistieron lookeados distintos tipos de gorros, banderas, pelucas, lentes, cotillón y algún disfraz.
Otros estaban preparados para soportar la tarde soleada y el calor de la avenida Corrientes. ¿Cómo lo hicieron? Fueron provistos de una heladera portátil repleta de hielo, cerveza, fernet y gaseosa cola. «Somos un grupo de 20 que durante el año nos mandamos fotos por Facebook de los lugares donde comemos pizzas», le dijo a La Nación Pablo Duarte, quien controlaba la heladerita. «Es la tercera vez que hacemos el recorrido; antes comprábamos en los supermercados, pero hoy nos vinimos organizados», remató a su lado Eugenia Rol.
Foto: LA NACION / Maximiliano Amena
La maratón Muza5K continuó luego por Santa María e Imperio hasta llegar a Pin Pun, la ganadora del año pasado. Por tal motivo no participaba de la elección, pero sí aportó sus porciones de pizza, moscato, cerveza y otras bebidas espirituosas para los sedientos participantes. La siguiente parada fue La Continental para después afrontar el camino más largo sin muzzarella.
Desde allí la marea de camisetas blancas y rojas atravesó el barrio de Balvanera y sorteó los puestos de los manteros hasta llegar al tramo final del recorrido. Cerca del Obelisco aguardaban La Americana, Banchero, La Génova y Las Cuartetas donde hubo varios aplausos para festejar la reapertura tras el incendio que sufrió el local hace varios días atrás.
Foto: LA NACION / Maximiliano Amena
Se terminó una nueva edición de Muza5K, aunque en realidad son casi siete kilómetros los que separan el punto de partida del de llegada. Ya convertido en una ceremonia, el Maratón de la Pizza comenzó en 2012 cuando 20 amigos decidieron saldar las diferencias de opiniones sobre la mejor pizzería de Buenos Aires y salieron a probarlas a todas. Ese año se consumieron 200 porciones; hoy fueron más de 4000.
Maratón de la pizza @Muza5k
Pin Pun, los campeones de 2015, este año nos reciben fuera de concurso. #Muza5k #LaMuzaNosInspira
13:09 – 10 sep 2016
Maratón de la pizza @Muza5k
para caminar para descubrir para compartir
para morfar para sorprenderse para tener sed
para tener más a la
• LA NACION
• Buenos Aires
http://www.bigbangnews.com/recetas-de-cocina/Muza-5K-En-busca-de-la-mejor-pizza-de-Buenos-Aires-20160912-0013.html
Muza 5K: En busca de la mejor pizza de Buenos Aires
Entusiastas de Cocina participó de la maratón de la pizza y te contamos todo sobre esta genial competencia, única en el mundo, que busca valorizar a la pizza porteña y elegir a la más rica de todas.
09:17 hs. Lunes 12 de Septiembre de 2016
En el país donde se producen harinas de primera calidad, muzzarella y productos lácteos de excelente nivel, salsa de tomates frescos, todo tipo de condimentos pizzeros y sumado todo esto a más de 100 años de tradición pizzera, no sorprende que den como resultado una de las pizzas más ricas del mundo.
La maratón de la muzzarella o Muza 5K busca rendirle culto y promocionar a su vez esta inmensa tradición argentina de la pizza como un clásico nacional.
Más de 600 participantes terminaron en el obelisco, en un evento que crece año tras años.
LA MARATON
A través de un recorrido de 5 kilómetros que empieza en el barrio de la Chacarita y termina en el obelisco porteño, los inscriptos que agotamos las 600 entradas en 12 minutos, tuvimos 9 paradas obligadas en pizzerías que nos esperaron con una porción de su mejor pizza de muzzarella al corte y un vermouth.
El chef de Entusiastas, Paco Almeida, sirviendo pizza en Las Cuartetas.
LAS PIZZERIAS QUE PARTICIPARON
#1. El Imperio de la Pizza.
La gran ganadora. Buen piso, súper cremosa y salsa de tomate perfecta.
#2. Santa María.
La favorita de Entusiastas, excelente balance agridulce y un ingrediente secreto que aún no pudimos develar. 10 puntos.
#3. La Continental.
Excelente y rápida atención. A la pizza le faltó algo de sabor e intensidad.
#4. El Imperio.
Excelente muzzarella. Atención muy lenta y ambiente cálido.
#5. Pin Pun.
Muy buena muzzarella, pero factor negativo influyente falta de ventilación y de extractor en la co-cina, el olor a frito invade todo el local.
#6. La Americana.
Nuestra segunda favorita. Excelente balance entre el crocante y el leve picor de la muzzarella. Sin dudas una gran pizza.
#7. Banchero.
De las más flojas del evento. La masa estaba cruda por dentro y quemada por fuera.
#8. Génova
Excelente pizza, pelea el segundo puesto con La Americana, Muy sabrosa. Ambiente excelente.
#9. Las Cuartetas
Muy sabrosa, un poco excedida en aceite y materiales grasos.
Estas fueron fueron las elegidas de la edición 2016 que año tras año crece y rota las pizzerías para que todas tengan la posibilidad de participar.
LA PIZZA GANADORA
Después de caminar más de 50 cuadras y haber probado 9 porciones de las mejores pizzas porteñas recargadas de muzzarella, llegó la hora de la votación y los resultados dijeron que la pizza más rica es la de El Imperio De La Pizza.
En plena Chacarita, el Imperio de la Pizza tiene una de las mejores pizzas de muzza de la ciudad.
Ubicada en la esquina de la calle Corrientes y Federico Lacroze, en el popular barrio de La Chacarita, curiosamente la primer pizzería donde comenzó la maratón y se realizó el corte inaugural de la primer pizza.
LAS ELEGIDAS DE ENTUSIASTAS
La más rica: Santa María
El mejor ambiente: El Imperio de la Pizza
La más contundente: Las Cuartetas
La mejor atención: La Continental
En definitiva el valor real de la MUZA 5K es promover y dar a conocer al mundo el sabor inigualable de la pizza argentina y de las pizzerías porteñas que derrochan estilo y tradición. Una costumbre muy especial que se expande por todo el territorio nacional.
La historia de la pizza en Buenos Aires se remonta a principios del siglo 20 con la llegada de los inmigrantes italianos, quiénes prontamente incorporaron está sana costumbre de pizza como alimento rico, barato y popular.
Los participantes coparon los salones de las pizzerías, en este caso La Americana.
Prontamente la pizza se transformó en un clásico que se expande desde La Boca con la familia Banchero hasta copar la calle Corrientes en la década del 60 y de allí hacia todo el resto de Argentina. Hoy en día cada pueblo tiene su pizzería de culto a la cual defiende sus colores como si fuese un equipo de fútbol.
Saludos
Construyendo un puente hacia el futuro, entre los países de Habla Hispana y Japón.
日本とスペイン語圏の未来への懸け橋
Norachan
Te envio un articulo publicado por el diario “La Nacion”.
Saludos
http://www.lanacion.com.ar/
Dos cruceros para Japón
Por Juan José Cresto Para LA NACION
MARTES 17 DE FEBRERO DE 2004
El 3 de febrero de 1998 celebramos el primer centenario de amistad argentino-nipona y en febrero de 2004 recordamos la guerra ruso-japonesa, en la que intervinieron decisivamente dos cruceros-acorazados, el Moreno y el Rivadavia, vendidos a Japón por nuestro país.
El artículo primero del tratado decía: «Habrá sólida y perpetua paz y amistad entre la República Argentina y el Japón y sus respectivos ciudadanos y súbditos».
El presidente Frondizi firmó un segundo tratado que, prácticamente, reitera este artículo, como firme determinación de las dos naciones.
Entre 1890, cuando el canciller Bismarck se retira de la vida activa, y 1913, poco antes de la Primera Guerra Mundial, Europa y el mundo industrial vivieron lo que se dio en llamar «la paz armada». Una loca carrera armamentista amenazaba las economías y las conciencias de millones de ciudadanos, mientras se alentaban nacionalismos revanchistas y se iban delineando las futuras alianzas. Francia no perdonaba al imperio alemán por la anexión de sus regiones de Alsacia y Lorena y, por todos los medios, logró hacer un acuerdo con el débil e irresoluto zar de Rusia, Nicolás II.
La política japonesa consistía en buscar aliados confiables para expandirse en Manchuria y en China continental. Había dos tendencias: mientras que el Partido Jesukai, al que pertenecía el marqués Ito, buscaba una alianza con Rusia, que en esos días construía el ferrocarril trans-manchuriano, el Partido Progresista, al que pertenecía el marqués Katsura, se oponía a ella y pretendía asociarse con Gran Bretaña, ya que rechazaba toda pretensión rusa sobre Manchuria. Esto se logró a través de un tratado, en 1901, por el que se establecía que en cualquier guerra de una de las partes contra cualquier nación, la otra se mantendría neutral, con lo que consiguieron evitar el apoyo inglés a los rusos. Rusia protestó y, pese a que había evacuado Manchuria, la reocupó en octubre de 1903, con general indignación europea y con el reclamo airado de Japón. La guerra era un hecho y Japón comenzaba a armarse rápidamente, lo que creó, además, una conciencia popular reivindicativa y patriótica. Los japoneses querían ir a la guerra y servir al Mikado.
La Fragata Sarmiento, primera presencia histórica de la Argentina en el Lejano Oriente. Foto: Archivo
De Chile a Yokohama
En tanto, la Argentina y Chile también habían iniciado una rauda carrera armamentista a raíz de las desinteligencias en la delineación de las complicadas fronteras comunes, constituidas por una de las cadenas montañosas más extensas del mundo. En 1881 se había firmado un tratado de límites, que fijaba lineamientos generales, pero se tropezaba en la demarcación del terreno para la implantación de los hitos. En 1893 se firmó otro protocolo complementario, que impedía a la Argentina tener costas en el Pacífico y a Chile tenerlas en el Atlántico. En 1896 se resolvió someter al arbitraje de la Corona británica las diferencias que los peritos de ambas partes sugirieran. Al término de la presidencia de José Evaristo Uriburu, la Armada argentina se había reorganizado, se habían comprado navíos de importancia, pero aún no igualaba el poder de fuego de la armada chilena, ni de su ejército, cuando ascendió al poder el general Roca, que ejercería su segundo período presidencial. Fue ministro de Relaciones Exteriores Amancio Alcorta y, a su muerte, Luis María Drago. Ellos harían honor al cargo asignado. El ministro de Marina fue el comodoro Martín Rivadavia, a quien se le debe no solamente la construcción de nuevos navíos, sino la incorporación de la marinería al servicio militar y la organización de la escuadra, con la colaboración de figuras como Guerrico, Domecq, Barilari y otros. Roca, a su vez, inició una apertura diplomática al mundo, y en 1898 se entablaron relaciones con un país geográficamente lejano, pues está en las antípodas, pero, en aquel entonces, simplemente ignoto: Japón. Con él firmó un tratado de amistad similar al que se había logrado con otras naciones.
Roca superó el diferendo con Chile, al entrevistarse con el presidente Errázuriz en los canales fueguinos, el 15 de febrero de 1899, aunque ese entendimiento personal no pudo detener el recelo entre las dos naciones hermanas ni el armamentismo consiguiente.
El buque-escuela fragata Sarmiento, que había integrado la flota que acompañó a Roca a Punta Arenas, siguió viaje por el Pacífico y visitó Japón, al mando del capitán Onofre Bedbeder. La nave fue recibida en el puerto de Yokohama el 11 de agosto de 1901. Allí permaneció once días. La dotación era de 336 hombres, entre los que había ocho oficiales de la plana mayor, cuarenta cadetes y siete ingenieros. Ellos fueron los primeros argentinos que pisaron suelo japonés. El emperador recibió a la plana mayor y el pueblo japonés recibió cordialmente a nuestros compatriotas.
Buques en venta
El conflicto entre Chile y la Argentina había originado cuantiosas erogaciones para ambos países. En diciembre de 1901, la Argentina sancionó la ley de servicio militar obligatorio. Se incorporaron los buques construidos en la presidencia de Uriburu, se encargó a los astilleros Ansaldo, de Génova, la construcción de dos nuevos cruceros acorazados, el Moreno y el Rivadavia, que se sumarían a los cuatro gemelos: el Garibaldi, vendido por Italia, desprendido de su propia flota, el San Martín, el Belgrano y el Pueyrredón, y se envió al entonces capitán de navío Manuel Domecq García a hacerse cargo de la inspección de los trabajos. Este marino, a quien mucho le debe el país por su profesionalidad, patriotismo y honradez, encontró serias dificultades para adaptar a los nuevos buques su artillería pesada, porque todos los astilleros ya trabajaban para la guerra que se avizoraba en el horizonte.
La carrera armamentista crecía, tanto como la preocupación de los inversionistas británicos, con cuantiosos intereses que defender, ya que la guerra paralizaría sus operaciones, pero en 1902 se firmaron los Pactos de Mayo, que limitaban los armamentos navales y requerían el desarme de los buques en construcción. Dichos pactos fueron varios tratados breves y concretos que tuvieron la virtud de cambiar el panorama en un instante.
A partir de la firma de los pactos se planteó otro problema diferente: ¿qué hacer con los barcos en construcción, prácticamente terminados? La crisis política que esto creó en los dos países fue incómoda. Estanislao S. Zeballos se oponía al desarme, porque nos dejaba en inferioridad respecto de Brasil y hubo un accidentado debate periodístico, lo que demoró la ratificación parlamentaria hasta el 30 de julio de 1903.
Fue Pellegrini, ya enemistado con Roca, quien antepuso su patriotismo a sus sentimientos en el momento decisivo de la discusión. Su palabra rectora arrastró a los dubitativos». («¡Y, bueno! Si es todo lo que se obtuvo, ¡que sea!», dijo).
¿A quién vender los buques? Rusia los pretendía, pero su enredada burocracia los perdió -y, con ellos, la guerra- por absurdas demoras. La empresa Gibbs and Son fue agente de la Armada argentina. Con el mayor sigilo se vendieron los dos buques aparentemente a Gran Bretaña, pero el destino fue Japón. Se pagaron, el 22 de diciembre de 1903, en conjunto, 1.500.000 libras esterlinas al contado, con lo que la Argentina saldó lo que adeudaba al astillero Ansaldo y embolsó un resto.
Los barcos cambiaron de nombre por «Nisshin» («Japón Adelante») y «Kasuga» («Sol de Primavera»). La prensa se preguntaba si los había comprado el gobierno británico, ya que barcos de guerra ingleses acompañaron desde el Mar Rojo a los nuevos buques hasta llegar a destino. Japón rompió relaciones con Rusia el 4 de febrero de 1904. El 16 de ese mes se realizó una revista naval y los barcos vendidos por la Argentina, empavesados, fueron vitoreados por el público. El 11 de abril ya estaban incorporados a la flota imperial, listos para entrar en combate. Actuaron con brillo en toda la guerra. Fue hace cien años.
El autor es presidente de la Academia Argentina de la Historia y director del Museo Histórico Nacional.
¡Súper genial Nora! Eso de que japoneses interpreten ritmos latinos sin saber el castellano me hace recordar un grupo de salsa japonés que se vio en Colombia hace años (más de 10) llamada la orquesta de la paz. Con ello y lo que decía Juan sobre otra cantante japonesa de tango, notamos los encuentros de culturas donde la música no tiene fronteras.
Pau,
De nada, gracias a ti por pasarte.
Un abrazo a los cuatro.
David,
Bueno, para gustos los colores. Y no, no me gusta mucho los Led Zeppelin, me gusta más Queen 🙂
Un cordial saludo.
Desde México,
No sabes cómo te entiendo … «tan feliz con tan poco y sin saberlo»… es verdad. Pero pienso que somos felices porque podemos recordar …
Un cordial saludo.
David GB,
Me lo apunto, muchas gracias 🙂
Beso grande de vuelta.
Ana,
¿Te acuerdas de ella? Qué bien 🙂
Besos**
Miguel-Maiku,
Ahora que lo dices, hace unos años unos japoneses fueron campeones de tango, es verdad 🙂
Un fuerte abrazín.
Nicté Kono,
No sabía que tu padre estuvo en Argentina. Ayyy … esas basuritas emocionales …
Un abrazo.
kuanchankei,
Bueno, como dije arriba, para gustos los colores 😉
Un cordial saludo.
Luca,
Así que la conocías. Ah, muchas gracias por los enlaces.
Un abrazo.
juan,
Muchas gracias por toda la información.
Un cordial saludo.
Daj Katrin,
Es verdad, la música no tiene fronteras.
Un cordial saludo.
http://www.lanacion.com.ar/
Mañana se realizará en el Obelisco el primer cam-peonato federal del asado
Serán 24 maestros asadores que se instalarán desde primera hora, con sus leñas, carbo-nes y distintos cortes de carne
SÁBADO 08 DE OCTUBRE DE 2016 • 16:31
24 representantes, uno por cada provincia y la Capital Federal, disputarán el campeonato. Foto: Archivo
El primer Campeonato Federal del Asado se realizará mañana con 24 parrillas colocadas alrededor del Obelisco en una competencia de la que participarán todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires.
Los maestros asadores se instalarán desde primera hora de mañana con sus leñas, carbo-nes y distintos cortes de carne para dar rienda suelta a su técnica para sorprender al jurado conformado por los parrilleros de los principales restaurantes del país.
El evento se realizará entre las 10:30 y las 19 en el marco del programa Buenos Aires Capital Gastronómica con el objetivo de honrar la identidad y el ritual argentino del asado.
Trabajo a potenciar
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, destacó que «atrás de la carne argentina hay mucho trabajo argentino que tenemos que potenciar y el Campeonato es una excelente oportunidad para hacerlo».
El evento, que promete convocar mucha gente, se realizará desde las 10.30 hasta las 19 horas. Foto: Archivo
«Si logramos posicionar a Buenos Aires como Capital Gastronómica de Latinoamérica habrá más fuentes de empleo para todos», destacó. Las parrillas competirán, una por cada distrito del país, de 11 a 17 por el título del «mejor asador de la Argentina».
Los asadores competirán en dos categorías: los cortes típicos de Argentina, que serán elegidos por la gente mediante votación en redes sociales, y una categoría libre.
Por su parte, un jurado, técnico e institucional, tendrá que calificar a los participantes y anunciar la dupla ganadora.
http://www.telam.com.ar/notas/201610/166301-mendoza-gano-el-primer-campeonato-federal-de-asado.html
09/10/2016 COMPETENCIA
Mendoza ganó el primer Campeonato Federal de Asado
Los asadores de la provincia mendocina, Carlos Gallardo y su ayudante Francisco Araya, quienes trabajan juntos desde hace más de 20 años, fueron reconocidos como ganadores del Campeonato Federal del Asado, y ovacionados por decenas de miles de personas que se dieron cita en la avenida 9 de Julio, entre el Obelisco y la avenida de Mayo.
Campeonato Federal de Asado
En tanto, el asado más rico fue preparado por el equipo integrado por Carlos Santos Ca-tricheo y su ayudante, Rubén Salanueva, de la provincia de Neuquén; el mejor vacío lo ganó el equipo de Jujuy, conformado por Diego Calizaya y Daniel Gutiérrez; los cordobe-ses Daniel Ramos y Luis Alberto López asaron el mejor chorizo; los parrilleros Bruno Fe-rreira y Ramón Pereyra, de Misiones se llevaron el premio por la mejor colita de cuadril; las achuras más ricas las asaron los rionegrinos Sergio Ovalle y Norberto García; el equi-po riojano, representado por Fabián Calizaya y Carlos Cortes, fue premiado en la catego-ría verduras; y la mejor provoleta fue asada -también- por los mendocinos Gallardo y Ara-ya. Los campeones recibieron un trofeo dorado con forma de parrilla.
«El secreto es la paciencia, la comunicación y la química, después de tanto tiempo de tra-bajo juntos uno ya sabe sin mirarse cuándo hay que dar vuelta la carne o cuando hace falta más grasa», dijo a Télam el parrillero Carlos Gallardo, mientras que Francisco Araya afirmó: «Empecé a trabajar con Carlos hace muchísimos años, yo estaba sin trabajo y él me enseñó todo lo que sé».
La avenida 9 de Julio estuvo colmada por la gente desde hora temprana, entre Avenida de Mayo y el Obelisco, que recorrió el paseo donde 24 parejas de parrilleros -una por ca-da una de las provincias y la ciudad de Buenos Aire- asaron diferentes cortes vacunos y verduras para competir en el Campeonato Federal de Asado, que tuvo lugar en el «Esta-dio del Asador» junto al Obelisco y congregó a miles de decenas de personas en un do-mingo a pleno sol.
Diego, de Jujuy, contó: «Es la primera vez que vengo a Buenos Aires. Allá en nuestra pro-vincia sacamos el asado más sazonado, más condimentado, con limones y otros condi-mentos encima».
El representante de Chubut, que llegó desde Comodoro Rivadavia y hace más de 36 años que cocina asado, señaló que «allá se come mucho más cordero patagónico al asador y acá hicimos asado de tira, vacío, colita de cuadril y preparamos una salsa tipo chimichurri. Con eso le dimos el gusto a la carne».
Uno de los asadores de La Rioja indicó: «Hicimos la carne sólo con sal, a punto». Y agregó que «son muy buenos estos tipos de eventos, así se sabe dónde estamos parados noso-tros como cocineros».
Mariano Acosta, de Santa Fe, dijo sentirse «orgulloso de participar en este torneo, no solo porque se hace por primera vez sino porque también se hace en el Obelisco, que es un lugar simbólico para nosotros y también el asado que es algo de nuestra patria». Para la preparación, utilizó «una técnica con salmuera que puede llegar a favorecer a la carne porque hace que no se deshidrate, da humedad y queda con un brillo importante, salán-dola justo sin perder la propiedad del sabor».
El mapuche Carlos Catricheo, en representación de Neuquén, indicó a Télam que «el gus-to de la carne se lo da el asador, además depende de la calidad de la carne y la leña con la que se hace el fuego, que es lo principal para cocinar.
El representante santafesino -que tiene más de 23 años en el oficio gastronómico- se mostró orgulloso de compartir «con otros colegas de Mendoza, el sur y el norte. Toda gente de buen corazón y buen oficio que sienten la gastronomía y necesitamos tanto al cocinero, como al parrillero, al mozo y a toda la gente gastronómica se le reconozca el esfuerzo que hace día a día».
«En Salta la carne no se come como acá en Buenos Aires, sino bien a punto y sin una lí-nea de sangre», dijo por su parte el parrillero que representaba a esa provincia del norte.
Claudio Masetti, jurado en representación del Ministerio de Turismo de la Nación, se mos-tró muy conforme y dijo: «Son todos excelentes asadores; quizás las diferencias pueden estar en los pequeños detalles, algunos se han esmerado en agregar algunos condimen-tos y otros han tenido muy buena presentación y estética. El estándar es muy bueno, muy satisfactorio y un evento excepcional».
Masetti explicó que «evaluamos en cada uno de los cortes (vacío, colita de cuadril y costi-lla) la presentación, la composición y si alcanzaban el objetivo según el punto de cocción que ellos mismos propusieron».
Los concursantes, seleccionados para esta primera edición del certamen a través de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra),tuvieron que decidir con anterioridad el punto de cocción para elaborar los platos.
El «Estadio del Asador», ubicado en la Plaza de la República junto al Obelisco, fue el cora-zón del campeonato y el lugar donde los maestros asadores rodeados de brasas y tablas desplegaron sus talentos.
Cada pareja compitió en las categorías «carne vacuna» y «achuras, chorizo, provoleta y vegetales asados».
Un jurado conformado por asadores de importantes parrillas porteñas; el ministro de Tu-rismo de la nación, Gustavo Santos; el subsecretario de Bienestar Ciudadano porteño, Héctor Gatto; el secretario General de Uthgra, Dante Camaño; el presidente de la Socie-dad Rural Argentina, Luis Etchevere; y el periodista y crítico gastronómico Pietro Sorba dieron a conocer la dupla ganadora.
Además, en el «patio de las Fiestas Nacionales» estuvieron presentes las fiestas más po-pulares de nuestro país, como la fiesta Mundial del Choripán de Córdoba, la fiesta Nacio-nal del Ternero y Día de la yerra de Buenos Aires, la fiesta Nacional de la Yerra y Doma Correntina, la fiesta Nacional del Asado de Chubut, la fiesta Provincial del Cordero de En-tre Ríos y de La Pampa, la fiesta Provincial del Asador Criollo y la fiesta del Parrillero.
También hubo puestos gastronómicos a beneficio de la Cooperadora de Acción Social (COAS), con una propuesta de menú de parrilla para deleitar a los presentes.
A lo largo de la jornada se presentaron los espectáculos musicales de Raúl Funes, Ma-rikena Monti, Guillermo Fernández, Ashpamanta, Raúl Lavié y Valeria Lynch.
El campeonato fue organizado por el programa «BA Capital Gastronómica» del gobierno porteño, que busca impulsar a la Ciudad de Buenos Aires como la capital gastronómica de América Latina, y tiene como objetivo la promoción y el desarrollo gastronómico para generar más turismo, empleo y desarrollo económico.
MORALEJA Pero esta es la mayor derrota y humillación, no sacamos ni para el vermouth, ahora tenemos que hablar en voz muy bajita, diciendo no hagan olas.
Vos sabes Nora, que los porteños siempre nos “creemos”, y ya te imaginas por donde anda ahora, ja, ja, ja, ja.
P.D: Hoy es el DIA DE LA MADRE en la Argentina.
彼女の日にあなたのお母さんにおめでとう
Haisai!
De nada Nora! Gracias a vos!!
Si en el campeonato de asado no hay asado con arroz, ni me molesto en ir… =)
Abrazo!!!
Estimada Norachan
Un recuerdo de mi niñez, que me traen gratos recuerdos de esa felicidad infantil; entre los años 1945 o 1946, mis padres nos llevan al “Parque Japonés” que se encontraba en Retiro.
Recuerdo bien las emociones con que disfrutamos a los juegos que nos llevaron, previa-mente habíamos recorrido mirando los distintos juegos (por supuesto queríamos estar en todos, pero no existía democracia); nos llevaron a la montaña rusa, la vuelta el mundo, el gusano, los autos chocadores, y el tren fantasma; Solo recuerdo la imagen de una tarde soleada que parecía otoñal, llegamos a una esquina en cuya ochava había una entrada al parque, y hacia a los costados larguísimas veredas con paredones e hileras de árboles de aromo (de moda en aquellos años) a ambos costados.
En aquella época se comentaba que el nombre con que fue bautizado “Japonés”, fue en homenaje por la victoria de Japón en la guerra contra Rusia (1904 – 1905), y el parque fue inagurado el 3 de febrero de 1911, ya habían transcurrido mas de 35 años, es posible que fuera una confusión; hoy……¿¿?? no existía internet.
No obstante hoy leyendo los distintos portales compruebo que no fue ese el motivo, sin embargo siento sensaciones por esos issei y nisei gaiyin con emoción, orgullo, y nostalgias, por ellos.
Sin embargo narran acontecimientos y sucesos que ocurrieron que son parte de NUESTRA historia.
El parque es cantado en el tango Garufa, Niño bien y otros; y en la literatura por citar al-gunos autores, Horacio J. Spinetto, Baldomero Fernández Moreno, Raúl González Tuñón, Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo, Antoine de Saint Exupery, etc.
Envió unos artículos extractados tomados de internet, y que se podrán ver fotos y leer completos en los portales indicados.
http://www.lanacion.com.ar/1029108-adios-parque-japones
Adiós Parque Japonés
VIERNES 11 DE JULIO DE 2008
Aunque todavía haya gente que le diga Parque Japonés al Jardín Japonés de Casares y Sarmiento, el Parque Japonés fue demolido el 11 de julio de 1961. También se lo conocía como Parque de Diversiones de Retiro.
Al Parque Japonés, los porteños y demás visitantes de la ciudad iban a pasar miedo, en busca de descontrol, adrenalina y risas. Todo, entre los autos chocadores, los esqueletos danzantes y cadáveres falsos que salían de los ataúdes en el Tren Fantasma, a bordo del Gusano Loco y la Montaña Rusa, frente a los espejos deformantes del Palacio de la Risa.
Con la entrada frente a la hoy Torre Monumental, ex Torre de los Ingleses, donde hoy se levanta el Sheraton, y hasta la calle Charcas, fue inagurado en 1939. Se hablaba de un nuevo Parque Japonés, ya que entre 1911 y fines de los años 30 la ciudad había tenido otro parque de diversiones con ese nombre, pero en Callao y Libertador, justamente donde después se montaría el Italpark.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, cambió de nombre, por el de Parque de Diversiones de Retiro, justo en el momento en que nuestro país le declaró la guerra al Eje, conformado por Alemania, Italia y Japón.
Cerca de 40.000 personas que lo visitaban los fines de semana y 15.000 que llegaban en día hábiles buscaban también otro tipo de emociones, como la de contemplar los llamados fenómenos de feria, como la mujer más gorda, la barbuda, el hombre más alto y el más pequeño.
Los juegos mecánicos, en tanto, en su mayoría habían sido traídos de Estados Unidos, y algunos todavía subsisten en un parque de diversiones de Luján. Además era posible disfrutar de salones de baile, un colmao de estilo español, y las típicas casetas de tiro al blanco y otras habilidades. El ambiente no sólo atraía a familias enteras; muchos desprevenidos cayeron en los redes de malandrines varios.
Sus puertas se cerraron cuando la Municipalidad decidió recalificar los terrenos, impulsar la construcción de edificios y abrir calles nuevas.
Qué pena.
http://serdebuenosayres.blogspot.com/2012/02/el-parque-retiro-o-nuevo-parque-japones.html
Buenos-Ayres
Una esquina virtual donde se dan cita la ciudad de hoy, la de ayer y la de anteayer con los porteños nativos, o por adopción, que siempre tienen «figuritas para cambiar»: ya sean vi-vencias para transmitir, anécdotas para contar, o poemas y prosas para compartir. Ser de Buenos Aires, simplemente.
22 feb. 2012
HISTORIA DEL PARQUE JAPONÉS
Existió un primer y auténtico Parque Japonés (1) del que hoy pueden brindarse escasísi-mos testimonios de quienes lo hayan conocido.
Este Parque Japonés dejó de existir en 1930, de modo que solamente podrían dar testi-monios personas mayores de ochenta años que lo hayan visitado y recuerden bien.
El Parque Japonés fue la obra del arquitecto suizo Alfredo Zücker (1852-1913) quien, mientras residió en Estados Unidos de América dejó importantes obras, entre ellas la ca-tedral de San Patricio, el Guilliard Building, el Majestic Hotel, el Harlem Casino y el Opera House de Meridian.
Alfredo Zücker arriba a Buenos Aires en 1904, y entre los múltiples proyectos, menciona-remos el que realizó para la empresa Villalonga situado en la esquina de Balcarce y Mo-reno, en 1910 el primer rascacielos de la ciudad, el Plaza Hotel de 60 metros de altura, el Avenida Palace Hotel (demolido), el Gran Hotel Casino en Vértiz y Pampa, la Casa Gal-marini en Alsina 1867 y el Parque Japonés en cuestión, que terminó su historia en 1930, luego de un incendio.
Resumiendo, el Parque Japonés ambientado al estilo oriental y considerado una obra ex-cepcional a nivel mundial, nació el 3 de febrero de 1911 y cerró el 26 de diciembre de 1930. Estaba situado a la altura de Paseo de Julio (hoy avenida Del Libertador-Leandro Alem-Paseo Colón) y Callao. Ocupando parte de ese predio, en 1960, se instaló el “Ital Park” que nada tiene que ver con el Parque Japonés (1911-1930), ni con el “otro” Parque Japonés luego llamado Parque Retiro (1939-1961), demolido definitivamente en 1962, y ubicado a unas diez cuadras del anterior Parque Japonés.
NACE EL NUEVO PARQUE JAPONÉS
Pasan nueve años sin que el centro de la ciudad tenga un lugar con juegos típicos de un parque de diversiones como el Japonés.
Dos empresarios vinculados a este tipo de negocios y con el antecedente de haber pro-movido el “Parque Shanghái” en Brasil se interesan por la creación de un parque de di-versiones en Buenos Aires. Se trata de Gustavo Meyers y Gaspar Zaragueta quienes gestionan traslados de maquinarias desde Nueva York y San Francisco.
En el área comprendida entre las calles San Martín, Marcelo T. de Alvear y Eduardo Ma-dero, espacio que hoy ocupa el Sheraton Hotel y el complejo Catalinas Norte, en el año 1939 se inaugura el Parque Japonés, año donde el mundo se convulsiona nuevamente y la irracionalidad brotada del mezquino poder económico se convoca para el horror. Go-bernaba nuestro país Roberto M. Ortiz y en la Ciudad de Buenos Aires era intendente Goyeneche.
Cuando todavía quedaba el impacto de los suicidios de Horacio Quiroga (1937), Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni, (1938), en ese 1939 se suicida Lisandro de la Torre.
Florencio Escardó publica sus primeros ensayos acerca del porteño: “El porteño es un ser tan preocupado por buscar la alegría, que ha hecho de esa búsqueda un problema que lo pone triste. Por esta razón, en los sitios de diversión el porteño tiene un aire científico y preocupado. Esa esperanza, a la vez aguda e indefinida, de la diversión, es lo que hace de todo porteño un jugador potencial. Es decir un profesor de esperanza y de inconscien-cia”, y finaliza: “De ahí que Buenos Aires sea la ciudad del mundo donde hay más rifas, casamientos y audiencias presidenciales”.
Algunos de estos rasgos del porteño ya los había anticipado Raúl Scalabrini Ortiz, en 1928, y luego finamente delineados en su obra “El hombre que está solo y espera” publi-cada en 1931. Quizá por esa extraña búsqueda señalada por Florencio Escardó y luego retratada por Raúl Scalabrini Ortiz en la obra citada, la diversión se hace presente en un nuevo parque de diversiones en ese terrible 1939.
Europa ya estaba encendida por la irracionalidad. Alemania invade Polonia. Muy pronto hace lo mismo con la Unión Soviética de Stalin. Muere el Papa Pío XI y es sucedido por el cardenal Pacelli con el nombre de Pío XII.
En ese entorno histórico de 1939 y hasta 1961 nació, vivió y murió el Parque Japonés-Retiro –algo más de dos décadas–, que nada tenía de japonés, pero que poseía una ma-gia exclusiva.
Retiro era una zona muy oscura desde todo punto de vista, por su paisaje tanto natural como humano. Las noches en esa zona silenciosa tenían cierto misterio. La Torre de los Ingleses, con su imponente presencia oficiaba de auténtico centinela victoriano. Siempre iluminado, dictaba fatalmente la hora.
Muy cerca se encuentra el Kavanagh, inaugurado en 1936, y que fue en su momento el edificio más alto de la ciudad, superando al Barolo de noventa metros.
La oscura y melancólica imagen del puerto, las estaciones de los ferrocarriles Mitre, Bel-grano y San Martín, la plaza San Martín y la Torre de los Ingleses y el Kavanagh, enmar-caban el predio donde se levantaba el nuevo Parque Japonés que tenía en un letrero ha-ciendo un semicírculo superior, la leyenda “Parque Japonés”, que seis años después de su nacimiento será rebautizado como Parque Retiro, cuando en 1944 la Argentina rompe relaciones con el Eje y un año después le declara la guerra a Japón.
Una mirada al Parque, abierto a primera hora de la tarde, impactaba por las dimensiones exageradas en todo, tanto visuales como auditivas. Penetrar en él era ingresar a un recin-to, cubierto a modo de hangar, con un ruido clásico e inconfundible: el rodar de máquinas, el chasquido metálico de los tiros de rifle de aire comprimido, sirenas, los impactos de los autos chocadores, el anuncio verbal y repetido de “Ya comienza el espectáculo…”
Era difícil decidir por dónde comenzar porque de todas partes llegaban estímulos simultá-neos.
“El Infierno del Dante”, “El Palacio de la Risa”, los “Autos chocadores”, “Lanchas con tro-le”, puestos para ejercitar puntería con rifles de aire comprimido, en pocos minutos ser capaz tapar manualmente un círculo fijo con varios discos manuales, pescar pelotitas de ping pong con una red de mango largo donde un participante siempre ganaba.
Todo era alegría y promesa. Luego se salía a la intemperie.
La majestuosa “Montaña Rusa”, “La Mina Encantada”, “El Tren Fantasma”,
“El Canal Misterioso”, “La Vuelta al Mundo”, “El Látigo”, “El Gusano”, “El Martillo” donde subían los más audaces y que al quedar cabeza abajo, de sus bolsillos caían las mone-das que disimuladamente escondía el operario.
Uno de los que quizá tenía más magia era “La Mina Encantada” que consistía en el reco-rrido por el interior de una excavación subterránea similar a una mina. En un tramo del re-corrido, la caverna tenía un corte tipo ventana con vista hacia afuera. Desde allí se podía ver varios metros abajo a la avenida Leandro Alem. Finalmente se comenzaba el descen-so en forma violenta llegando al punto de partida inicial.
Continuando el paseo del parque, a modo de isletas, había numerosos puestos, tipo kios-co, donde primitivas máquinas, monedas mediante, entregaban respuestas impresas acerca del tema elegido y, según la fecha de nacimiento, variaban las alternativas del di-nero o el amor. También los visores donde aparecían fotografías “audaces” de mujeres en malla.
Sin cargo estaba el salón de los espejos deformantes y pagando entrada podía verse al ayunador fakir con agujas clavadas en todo el cuerpo.
Otra gran atracción, que sin duda implicaba grandes riesgos para los protagonistas, era “El Globo de la Muerte”. Se trataba de una esfera de varios metros de diámetro, hecha con tiras de acero y tramada como rígida red para dejar perfectamente visible lo que acontecía en su interior. Por una puerta curvada como el globo, penetraba primeramente un ciclista. Con denodado esfuerzo hacía unas vueltas circulares y como un insecto, que-daba cabeza abajo sin caer verticalmente impelido por la inercia y la fuerza centrífuga. Luego del ciclista venía un motociclista, quizá con menos esfuerzo físico y más riesgo mecánico, daba unas ruidosas vueltas que el abundante humo magnificaba. Lo más es-pectacular llegaba con la presencia de una segunda motocicleta, también dentro del glo-bo. Mediante silbatos, de los mismos motociclistas, se coordinaba el cruce para evitar un choque fatal. Esta era una exhibición de auténtico coraje y elevados riesgos.
Siempre dentro del predio descubierto eran muchas otras las ofertas de juegos de emo-ciones o para poner a prueba la fuerza o destreza, como el golpe de puño para lograr el sonar de una campana o el empuje de un pequeño vagón sobre un riel en elevación, para medir la potencia muscular.
También estaban los escenarios que oficiaban de estudio fotográfico donde podía tomar-se una fotografía pilotando un avión, luchando contra un tigre o boxeando.
Así transcurría una tarde semanal, con público multiplicado varias veces los sábados, domingos y feriados. Sí, una tarde… No la noche…
Sobre las dos de la tarde de cualquier sábado, domingo o feriado, las caras de ingenuidad y asombro de los niños, acompañados por mayores, entraban al Parque Retiro para vivir emociones tan inocentes como profundas. Gritos de alegría, ilusión, y a veces de auténti-co temor daban vida fresca al Parque Retiro.
Caía el sol y como pájaros que vuelven a sus nidos, niños y adultos acompañantes em-prendían el regreso. Las luces multicolores del exterior despertaban al “otro” Parque Reti-ro.
Aparecía la otra cara de la vida en el Retiro diurno.
http://www.buenosairesantiguo.com.ar/notasdebuenosaires/parquejapones.html
Parque Japonés, Luego Parque Retiro, más tar-de Ital Park
Esta nota fue publicada en “Historias de la Ciudad – Una Revista de Buenos Aires” (N° 22, Agosto de 2003), que autorizó su reproducción a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires..
Buenos Aires, 1911
Todavía brillaban los resplandores emotivos de la gran fiesta del centenario y en el re-cuerdo de todos permanecía el paso del cometa Halley. Comienza la segunda década del siglo XX y el mundo continúa sus significativas transformaciones. Amundsen llega al Polo Sur, mientras convulsiones políticas se suceden en Portugal, España y China. Italia se embarca en una guerra contra Turquía. En la Argentina, el 4 de julio el gobierno sanciona la ley N° 8.129 que dispone el enrolamiento obligatorio y establece el padrón militar de los ciudadanos. El doctor Roque Sáenz Peña, acompañado de Victorino de la Plaza, se en-contraba al frente del Poder Ejecutivo. La ley que llevaría el nombre del primero estaba ya en proceso de germinación y la dirigente feminista Julieta Lanteri reclama el voto pera las mujeres ante su inminente aprobación. Comienza a sentirse el peso de un país ya cente-nario que asimilaba el gran caudal de inmigrantes, especialmente italianos y españoles, recibido en los treinta años inmediatamente anteriores. Se inician las obras de Puerto Nuevo a lo largo de 5 kilómetros de la costa norte para facilitar el creciente flujo del movi-miento comercial desde y hacia ultramar.
En este año llega el dirigente socialista francés Jean Jacarés y Buenos Aires lo escucha en varias conferencias. Se fugan trece presos de la vieja Penitenciaria de la avenida Las Heras, sembrando terror en las calles porteñas. Surge un dúo que será memorable, Car-los Gardel y José Razzano, que durante varios años interpretará tangos y también temas criollos. Los intrépidos Florencio Parravicini y Jorge Newbery, entre otros audaces, obtie-nen el brevet de piloto. Además se realiza el primer vuelo que lleva el correo entre Buenos Aires y Rosario. También se funda la Escuela de Aviación en El Palomar y los porteños se asombran ante el novedoso vuelo de un avión sobre la ciudad. Es el año de la muerte del eminente Florentino Ameghino.
Una zanja abre la ciudad al iniciarse la obra de la primera línea de subterráneos de Su-damérica, la conocida línea «A», desde Plaza de Mayo a Plaza Miserere, desde donde se-guirá luego al Caballito. Buenos Aires brilla orgullosa en su porteñísimo y su rápida asimi-lación de las artes, la arquitectura y las letras europeas. Es la época de la fundación del «Parque Japonés».
Un tango para el recuerdo
Y para entrar en tema, nada mejor que iniciarlo con la letra de un tango, donde se califica de «bandido» a un habitué del Parque Japonés. Veamos por qué. Dice así: «Del barrio la mondiola sos el más rana y te llaman Garufa por lo bacán, tenés más pretensiones que bataclana que hubiera hecho suceso con un gotán. Garufa vos sos un caso perdido, tu vieja …dice que sos un bandido, porque supo que te vieron, la otra noche, en el Parque Japonés…»
El cantor Alberto Vila graba y estrena, en 1927, el tango Niño bien cuya letra pertenece a Víctor Soliño y Roberto Fontaina y la música a Juan Antonio Collazo. En el libro Tangos, Letras y Letristas de José Gobello y Jorge A. Bossio puede leerse la cita que estos últi-mos hacen transcribiendo las palabras del mismo autor, Soliño, para referirse al reciente estreno de Garufa: «Niño bien poco antes había marcado un éxito. Quizá porque su letra humorística pareció en aquel momento una reacción contra los tangos lacrimógenos. Y se convino en que había probabilidades de que una repetición del intento podía significar un acierto. Allí mismo empezamos a pensar en Garufa. En pocos días Juan Antonio Collazo, Roberto Fontaina y yo presentábamos a la alta cátedra de la cantina del Atenas la nueva producción.» (…)
Así, hacia finales de 1928 nació Garufa, una de las más conocidas composiciones de los «Atenienses» que Vila registra en discos RCA Víctor el 2 de noviembre de 1928. Soliño aportó en su autobiografía (2) algunos datos para explicar una modificación sufrida por la letra original, diciendo que el barrio La Mondiola «…era una zona brava de compadritos, donde podía pasar cualquier cosa. Pero como esto acontecía del otro lado del Plata, el estribillo que menciona al porteño Parque Japonés levantó sospechas. Una presunta ex-plicación es que originalmente ese verso decía ‘… en la calle San José’, arteria de una an-tigua mala reputación en Montevideo. Y una madre podía llamar ‘bandido’ a su hijo por ser habitué de los prostíbulos, antes que por ir a un stand de tiro al blanco». Queda entonces disipada la duda. No será por la inocencia de las andanzas del personaje en el parque que le da nombre, sino más bien porque ¡lo vieron en la «zona roja» de esos tiempos! En lunfardo, garufa significa diversión. Gobello aclara que es un vocabulario de etimología incierta. (3)
Una confusión de parques
Hasta aquí no hay algo que llame especialmente la atención, a no ser la referencia al «Parque Japonés». Sin embargo, todavía hoy, en 2003, es común escuchar a personas mayores de cincuenta años contar anécdotas y recuerdos sobre ese lugar.
Esto podría llamarnos la atención, salvo porque quienes atesoran esos recuerdos debe-rían tener como mínimo 80 años, dado que el citado parque cerró hace casi 73. La confu-sión es comprensible, pues hubo un «Parque Japonés» inaugurado en 1911, que cerró en 1930, y otro también llamado popularmente «Nuevo Parque Japonés» que abrió en 1939. La estructura e instalaciones de este último nada tenían de japonesas; después pasó a llamarse «Parque Retiro» hasta su cierre y demolición en 1962. El cambio de nombre se debió a la ruptura de relaciones entre la Argentina y el Eje, el 26 de enero de 1944, hecho que culmina con la declaración de guerra el 27 de marzo de 1945, poco antes de su finali-zación. Aclarada la confusión, avancemos sobre el «Parque Japonés’ citado en Garufa.
El Parque Japonés en la literatura
Según refiere Horacio J. Spinetto en su trabajo «Retiro, testigo de la diversidad», Raúl González Tuñón escribió en 1922 su hermoso poema «Eche 20 centavos en la ranura» en el viejo bodegón I Reí del Vini. Este poema da cuenta de la variedad de diversiones de este pintoresco parque. Por veinte centavos introducidos en la mágica máquina podían verse unas audaces «vistas» de hermosas mujeres gordas que exhibían sus piernas en mallas, por supuesto enterizas…
«Cien lucecitas: Maravilla de reflejos funambulescos. Aquí hay mujeres y manzanilla. Aquí hay olvido, aquí hay refrescos. Eche veinte centavos en la ranura Si quiere ver la vida co-lor de rosa» (…).
Cabe destacar que el músico y cantor argentino residente en París, Juan «Tata» Cedrón, lo musicalizó y grabó en la década del sesenta. Se ha discutido acerca de los setenta bal-cones que inspiraron a Baldomero Fernández Moreno su famoso poema. ¿Dónde están? ¿En Callao y Corrientes? ¿Pueyrredón y Corrientes? ¿En Flores? Están frente al sitio donde se encontraba el «Parque Japonés».
El escritor y periodista Roy Bartolomew se encargó de aclarar la confusión aunque poste-riormente, como luego se explicará, volvió a generarse. En una nota publicada en La Na-ción con el título Los setenta balcones y ninguna flor, ¿dónde?, relata que el 13 de junio de 1950 en el antiguo local de la SADE en calle México se le entregó a Fernández Moreno el Gran Premio de Honor. En su discurso de agradecimiento, el poeta habló de lo efímero de todo, hasta de sus poemas, sobre los cuales indicó que apenas sobrevivía uno, los «Setenta balcones y ninguna flor», y según palabras de Baldomero, citadas por Bartolomew y confirmadas en Introducción a Fernández Moreno por su hijo César, «Todo se pierde, se escabulle, se evapora, y entre cientos y cientos de versos, después de pu-blicaciones, declamaciones, diríase que no sobrenadarán más de dos ó tres peces torna-solados, qué digo, uno solo; los «Setenta balcones y ninguna flor», ante cuyo anuncio se dibujaba en mí una sonrisa de ardua interpretación. Setenta balcones, ni uno más ni uno menos. Los de una casa nueva en Paseo de Julio, alturas del primitivo Parque Japonés, contados una noche es fumosa, en compañía de Pedro Herreros, desde un banco de pie-dras. Amigos, yo no soy más que el autor de «Setenta balcones y ninguna flor.»
En un relato que apareció publicado en 1986, Adolfo Bioy Casares hace una mención in-teresante, por su descripción, de este ámbito en el momento de iniciarse los graves epi-sodios de la «Semana Trágica» de enero de 1919. «…En cuanto al año, no caben dudas: 1919. Los muchachos no sabían qué hacer y decían que en la ciudad no había un alma, porque algunos amigos ya estaban veraneando. Salcedo convino en que el Parque Japo-nés quedaba cerca. Agregó: Será cosa de ponerse el rancho e ir en fila india, buscando la sombra. Están seguros de que en el Parque Japonés funciona el Nóumeno preguntó Arri-billaga. Carlota dijo que sí. El Nóumeno era un cinematógrafo unipersonal, que por enton-ces daba que hablar, aún en las noticias de policía… Vale la pena costearse dijo Arribilla-ga para hacernos una opinión sobre el asunto. Entraron en el Parque Japonés. Arturo ad-virtió con cierto alivio que nadie se apuraba por llegar al Nóumeno Lo malo es que no era el único peligro. También estaba la Montaña Rusa. Para sortearla, propuso el Water Shoot, al que subieron en un ascensor. Desde lo alto de la torre, bajaron en un bote, a gran velocidad, por un tobogán, hasta el lago. Pasaron por el Disco de la Risa, se fotogra-fiaron en motocicletas Harley Davidson y en aeroplanos pintados en telones y, más allá del teatro de títeres, donde tres músicos tocaban Cara sucia, vieron un quiosco de blo-ques de piedra gris, en papier mache, que por la forma y por las dos esfinges, a los lados de la puerta, recordaba una tumba egipcia…” (7)
Encontramos en los Cuentos Completos de Silvina Ocampo, editados por Emecé el traba-jo titulado «La casa de los tranvías», donde la singular escritora relata a través del perso-naje principal, un mayoral, que «…desde ese día la cartera dormía debajo de la almohada y las noches fueron angustiosas, llenas de sueños de rieles venenosos enroscados alre-dedor de su pescuezo en el Parque japonés.»
Francisco García Jiménez, desde la nostalgia escribió: «…El amplio jardín de diversiones estaba instalado en ese bajo entre Recoleta y Retiro, comprendido por el final de las ca-lles Callao y la prolongación de Junín, hasta llegar a las vías del entonces ferrocarril Cen-tral Argentino… Ninguno corno aquel Parque Japonés de nuestra nostalgia, que la empre-sa Tornquist (después Seguro) realizó tomando como modelo las ferias de atracciones de Europa y Norteamérica. Desde la «montaña rusa» con su vertiginoso trencito de ascensio-nes, curvas y descensos terroríficas, hasta el jolgorio de sus espejos deformantes; desde el «café walk» al disco de la risa; desde la rueda gigante al «lago misterioso y de la suges-tiva adivina al fakir del increíble lecho de clavos de punta que el visitante encontraba al paso todas esas excéntricas distracciones en las que el ingenuo entra con el aire avisado del listo, y el listo no tiene inconveniente en pasar por ingenuo. Inofensivo sofisma que, como estilo de vida, sería la solución de muchos problemas de la humanidad, sí no fuera que el sofisma juega solamente en el ´flanco’ despreocupado de una feria de diversiones. El Parque japonés que ofrecía todas esas y tantas más, durante las noches de la semana entera y las «matinées» del domingo, con extraordinario aporte popular y especialmente de gente menuda, tenía renos nocturnos «jueves de moda», que, más que por un afán taquillero de la empresa, eran «de moda» por imposición de una selecta concurrencia que había dado en frecuentarlos. En esos jueves veraniegos se lucia merecidamente, en el muy expectable quiosco musical del parque una banda de eléctrico repertorio». (8)
Del Diario de Antoine de Saint Exupery extraemos: «15 de diciembre de 1930. Mis amigos y sus esposas nos han invitado a Consuelo y a mí a pasear por el Parque Japonés. Había allí gran cantidad de gente, especialmente niños. Me atrajo su construcción con modera-dos toques de exotismo oriental. Hay en el centro un Lago Menor y un Gran Lago, y ente ellos, se levanta una réplica del volcán Fujiyama. que tiene unos toneles por los que pasa el famoso trencito. En el centro del Gran Lago, donde pudimos navegar en canoas, se en-cuentran los quioscos japoneses de las islas de las Geishas. Dentro del Fujiyama hay un estanque interior con grutas de estalactitas y estalagmitas. También visitamos la réplica del Circo Romano. Los juegos que más nos impresionaron fueron el looping de loop, des-aconsejado para personas impresionables, el juego de las olas, el terremoto de Messina y el famoso water chute, donde en un carrito nos lanzamos por una pendiente al agua de un lago artificial. Consuelo no quiso volver sin antes disfrutar de las pistas de baile, animadas por orquestas de tango». (9)
El final
La concesión municipal original caducó en 1925 y el parque continuó funcionando con un permiso precario. Nada anormal sucedía. Cinco años después, en el mediodía del 26 de diciembre fue destruido por el fuego. Ya no se trató de un incendio menor sino total. Las causas que le dieron origen jamás fueron aclaradas. La Nación del sábado 26 de diciem-bre nos refiere que «La Montaña Rusa Del Parque japonés Fue Destruida Por Un Incendio Que Estalló En La Mañana De Ayer» y al comentar el hecho descarta que se debiera a causas de origen eléctrico. La Prensa del mismo día lo hace titulando que «Un Violento Incendio Que Se Declaró Ayer A Mediodía En El Parque Japonés, Destruyó En Parte La Montaña Artificial Por Donde Circulaba El Tren Eléctrico», invalidando también la hipótesis del origen eléctrico del siniestro, informando en cambio que «el fuego pudo iniciarse a consecuencia de haberse desprendido una chispa de alguna de las locomotoras del ferro-carril Central Argentino que realizan maniobras por las vías próximas a la montaña…».
También el diario vespertino Crítica titula la noticia en primera plana, «Se Incendió Hoy El Fujiyama. Es la célebre Montaña del Parque Japonés», dejando para el interior una exten-sa nota encabezada «Ha Desaparecido Un Pedazo De Nuestra Historia Emocional». Du-rante el año entrante, 1931, permaneció como parque abierto, hasta que en 1933 se de-molió el «Teatro Romano». Luego, en 1939 aparecería el nuevo «Parque Japonés» y en 1960 el «Ital Park». Pero esos parques, también desaparecidos, ya corresponden a otra historia y a un Buenos Aires diferente.
Saludos
PD: extracte lo máximo sin que pierda el espiritu de las notas.
juan,
Muchas gracias por el comentario. La próxima vez será mejor que me dejes el enlace del artículo para no tener que escribir tanto 😉
Un cordial saludo.
Estimada Norachan
En la década del 50 era frecuente que mis padres, otros padres issei y los gaiyin conta-ban, con cierto orgullo, que un marino argentino había embarcado como observador en el buque insignia durante toda la epopeya belica.
Como en mi memoria no registraba el nombre del marino, lo busque por intenet, y sorpre-sa era un nombre muy conocido, Domecq Garcia, como el astillero.
Adjunto un portal confiable y serio, describe la guerra ruso-japonesa y en el esta la refe-rencia del marino argentino.
http://www.histarmar.com.ar/BCN/Boveda/ARA-GuerraRusia-Japon.htm
Un porteño en la corte Meiji
La joven República Argentina debido a la providencial circunstancia de haber colaborado con el Japón recibió una invitación oficial de este país para que designase un oficial naval para seguir las operaciones de la guerra. La designación recayó en el Jefe de la Comisión Naval en Génova, Capitán de Navío, Manuel Domecq García, amigo personal del Presi-dente Julio A. Roca. Gracias a las revelaciones contenidas en un documento inédito re-cientemente recuperado hoy podemos tener un panorama mucho más preciso de las rela-ciones interpersonales que mantuvo nuestro “attaché” naval en Extremo Oriente y aspec-tos hasta hoy desconocidos sobre la comisión de poco más de dos años en que el argen-tino debió permanecer en aquel país tan extraño a nuestras costumbres. Atrás quedaban su mujer, dos hijos varones y una pequeña nacida en Génova (9).
El 4 de abril de 1904, tres meses después de la partida de los buques, Domecq García, ahora en París, recibió órdenes del gobierno argentino de embarcarse a Extremo Oriente, lo que pudo concretar recién a principios de mayo tras efectuar los arreglos con el Ministro argentino en Londres y munirse de cartas de presentación para las autoridades niponas provistas por el Vizconde Hayachi, Embajador Japonés en Inglaterra. Paralelamente el Presidente Roca, consciente de nuestra carencia de legación diplomática en el Japón (10), telegrafió al Ministro argentino en Londres, Florencio Domínguez, para que recomendase a nuestro agregado naval ante las autoridades inglesas residentes en el Lejano Oriente.
Portando estas impecables credenciales el Capitán Domecq García desembarcó en Ja-pón a principios de julio tras un largo y extenuante viaje en el paquebote Doric (4.500 ton) y se apresuró a contactarse con Sir Claude M. McDonald (1852-1915), el distinguido Jefe de la Legación Británica en Tokio (11) y oficial retirado del Ejército Británico, que había tomado notoriedad durante la dramática Rebelión de los Boxers (1899-1900) en China, al liderar la defensa de todas las legaciones extranjeras que habían sido cercadas por milla-res de brigadas revolucionarias pertenecientes a una oscura secta secreta que pretendía la expulsión de todos los extranjeros por medio de salvajes actos de violencia, llegando inclusive al homicidio de varios súbditos extranjeros (12).
El veterano diplomático anglosajón no sólo le ofreció hospedarlo en la legación británica durante el tiempo que debiera permanecer en el Japón, sino que lo presentó a las más al-tas autoridades del Imperio. El Ministro de Marina, Almirante Barón Yamamoto, el Jefe del Estado Mayor, Almirante Vizconde Ito, y el Ministro de Relaciones Exteriores Barón Ko-mura, artífice de la alianza anglo-japonesa e influyente consejero del Emperador, fueron algunos de los altos funcionarios imperiales que tuvo el raro privilegio de conocer y que causaron en él la más honda impresión.
Su carisma personal y la influyente personalidad de McDonald en la Corte Meiji le valieron con el tiempo un lugar de privilegio entre los agregados navales extranjeros que seguían las operaciones de la guerra. “El proceder que se observaba conmigo –dice Domecq Gar-cía en su informe– era de absoluta complacencia, no dejando de influir naturalmente el sentimiento del reconocimiento a una buena acción [se refiere al rápido alistamiento de los buques vendidos al Japón] y muy especialmente el apoyo del Embajador Británico, quien tomó mi defensa con el mayor interés, como cuestión propia y deseoso de ayudar-me en cuanto le fuese posible (sic) (13). No obstante este influyente interlocutor, los cau-tos japoneses decidieron poner a prueba al argentino. Como primera medida se le exigió guardar estricta reserva sobre todo lo visto y oído en las bases navales y arsenales japo-neses, para lo cual debió virtualmente aislarse del resto de los agregados extranjeros: […] de acuerdo con sus indicaciones [las de Sir Claude McDonald] procuré hacer una vida re-traída y aislada –le dice Domecq García al Canciller Estanislao Zeballos (14)– separán-dome un poco del grupo social que formaba el personal de las legaciones en Tokio y los Agregados Navales, pretextando ciertos motivos de salud con el objeto de evitar se me hiciesen preguntas y se averiguase mi paradero y los lugares donde me encontrase, es-tando sin embargo en comunicación con la Legación Británica. Se me permitió la visita a todos los arsenales con la autorización de permanecer en ellos el tiempo que me fuese necesario, pero con las mayores reservas y hasta exigiéndome que fuese y anduviese en traje civil (15).
Gracias a su conducta discreta y reservada Domecq Garcia obtuvo a partir de abril de 1905, es decir, un año después de su arribo al Japón, una autorización extraoficial del Mi-nistro de Marina para embarcar en la escuadra Imperial en operaciones. En efecto, tras entrevistarse con el Barón Yamamoto en marzo de 1905 pudo por fin observar la guerra desde la primera fila, un privilegio que le sería vedado a otros agregados extranjeros.
Se me manifestó –dice Domecq García– que aquella autorización no era oficial, sino ab-solutamente oficiosa y de buena voluntad, puesto que en otra forma era imposible, por cuanto en ninguna circunstancia el gobierno japonés permitiría que oficialmente se supie-se aquella excepción grandísima que conmigo se hacía, debida a las instancias y buenos oficios del Embajador Británico allí presente y al reconocimiento que se tenía hacia nues-tro país y a mi actitud discreta y moderada durante mi permanencia en el Japón y que se esperaba la continuase en igual forma […] En consecuencia, pues, prometí que se guar-daría siempre por mi gobierno la mayor reserva respecto al servicio que se me hacía y que en ningún caso, ni en ningún tiempo pudiese aquella excepción que a mí se me con-cedía, ser causa de disgustos ulteriores para las autoridades navales japonesas, que yo negaría siempre mi presencia en ninguno de los actos de guerra y que sólo mi gobierno se enteraría del favor inmenso que se me hacía y que éste a su vez lo conservaría en se-creto y en reserva. (16) Esta oportuna autorización le permitió a nuestro agregado pre-senciar el duelo entre ambas flotas en la batalla de Tsushima y aunque su informe no re-vela en que buque embarcó, sabemos por su nieto (Horacio Forn Domecq) que lo hizo en el acorazado Mikasa (17), buque insignia del Almirante Togo, donde también embarcaron algunos agregados ingleses al igual que en los acorazados Asama, Asahi y en el crucero acorazado Izumi, todos presentes en esa batalla (18).
Pese a contar con el favor de las autoridades navales japonesas Domecq García depen-día, en la práctica, de los informes oficiales traducidos al inglés que le llegaban por inter-medio de la legación británica, ya que él mismo no hablaba el japonés. La legación inglesa contaba con 6 traductores (4 nativos y 2 ingleses con dominio del chino y japonés) que transformaban los ininteligibles símbolos japoneses en valiosa información militar. Do-mecq no contaba con traductores de ninguna clase, por lo que él mismo debía traducir del inglés al castellano los partes que le facilitaba su amigo McDonald. Sobre la base de estos despachos y sus observaciones personales elaboró más tarde su informe oficial en 5 tomos que se editaría en 1909 y 1917.
Al finalizar su comisión Domecq García fue recibido en audiencia por el propio Emperador Mutsuhito juntamente con el flamante Ministro argentino Baldomero García de Sagastu-me. En aquella solemne ocasión el monarca le obsequió una valiosa caja de laca de oro y dos lujosos jarrones de plata artísticamente modelados, sellados con el crisantemo impe-rial en prenda de amistad hacia el gobierno argentino. El Ministro de la Casa Imperial soli-citó la lista completa de los Jefes y Oficiales que habían integrado la Comisión Naval Ar-gentina en Europa para condecorarlos con la Orden del Sol Naciente, la más alta distin-ción que el gobierno japonés podía conferir a un militar extranjero. Domecq regresó a Eu-ropa el 29 de mayo de 1906 para cumplir otras importantes comisiones, pero siguió el resto de su vida vinculado al Japón, difundiendo su milenaria cultura en el país y promoviendo continuamente iniciativas de acercamiento entre ambos países.
(9) Por esta misma época había fallecido en Europa su hija mayor.
(10) Chile y Brasil disponían de legaciones diplomáticas en Japón.
(11) No fue sino hasta 1905 que la Legación Británica fue elevada al rango de Embajada, siendo este funcionario el primer embajador de aquel país ante el Japón.
(12) Este episodio dio lugar años más tarde al largometraje titulado 55 días en Pekín pro-tagonizado por Charlton Heston. David Niven interpretó magníficamente el papel del Mi-nistro McDonald.
(13) Manuel Domecq García, Antecedentes Reservados sobre mi comisión en el Japón, noviembre de 1906. Archivo Roca, Sala VII, Leg. 1384 (1820-1906) AGN.
(14) Estanislao S. Zeballos (1854- 1923) destacado abogado y doctor en Jurisprudencia, Diputado Nacional por la Capital Federal y por Santa Fe, Presidente de la Cámara de Diputados, Director del diario La Prensa, y 3 veces Ministro de Relaciones Exteriores. Es-cribió sobre infinidad de temas, desde Arqueología hasta Derecho Constitucional de los Estados Unidos. Estanciero y, desde 1888 a 1894, Presidente de la Sociedad Rural. Los sencillos trajes grises que usaba comúnmente y el clavel blanco que ostentaba en el ojal desmentían su fogoso temperamento.
(15) Ibid nota 13.
(16) Ibid nota 13.
(17) Otra versión no confirmada documentalmente sostiene que Domecq García habría embarcado en el crucero acorazado Nishin, donde habría reemplazado al Jefe de Artillería del buque en pleno combate al ser herido el oficial japonés a cargo de esas tareas.
(18) Ibid nota 13, págs. 8 y 9.
(19) El Ejército envió al Teniente Coronel del Ejército Argentino Enrique Rostagno (1868-1934) quien siguió durante un año la campaña del Ejército Imperial. Sobre la base de su informe personal escribió más tarde en Alemania: “Les armées russes en Manchourie”, que fue elogiado por analistas militares Europeos. El gobierno Imperial Ruso le confirió la Encomienda de la Orden de Santa Ana.
Cuadro comparativo de las disponibilidades de los contendientes
País Rusia Japón
Superficie 25,000,000 Km2 370,000 Km2
Población 130 millones 46 millones
Ingreso fiscal 2.000.000.000 yenes 250.000.000 yenes
Militares regulares 3.000.000 soldados 400.000 soldados
Desplazamiento total de los buques de guerra 510.000 tns 260.000 tns
Estimada Norachan
A medida que voy contando mis recuerdos me voy dando cuenta que en la década del 50, fue para todos los issei de preguerra momentos de grandes emociones y alegrías.
Un dia del año 1950, mis padres nos llevaron a una pileta olímpica; que no recuerdo con certeza, creo que fue la de GEBA; por que llegaba de visita el equipo olímpico de natación de Japón.
Era un día fresco con mucho sol, la pileta cubierta con buena iluminación natural, tenía una gradería en uno de los laterales de la pileta para el público, estábamos ubicados casi en la parte más alta de la gradería, al frente del otro lado de la pileta, estaba el pasillo de los nadadores; en el extremo izquierdo los trampolines, y en el otro extremo las plataformas de lanzamiento.
En un momento determinado en la parte baja de la gradería hubo mucho mo-vimiento de persona, había llegado el Presidente Juan Perón y comitiva.
Inmediatamente el locutor dio la bienvenida y las explicaciones sobre el evento (no recuerdo que dijo). Y anuncia al equipo de natación japonés, que ingresaron por la izquierda del pasillo de nadadores, se pararon frente a la gradería, luego ingresaron los nadadores argentinos, recuerdo que eran muy delgados y muy menudos y comparados con los argentinos la diferencia era abismal; eran más altos y robustos; y además con los pelos cortados a la “taza”, cuando el locutor presentó a cada uno de los miembros del equipo, que se adelantaba dando un paso hacia adelante saludaba con el típico saludo japonés, pero recuerdo al que estaba frente a mí, se adelantó sonriente inclino su torso, pero su cara siguió mirando al público con una gran sonrisa.
El espectáculo siguió con la demostración de su especialidad y técnicas de cada uno de los integrantes, luego siguió con una competencia entre nadadores argentinos y los japoneses
Como no tenía ninguna idea de la importancia del evento, lo he buscado por internet, transcribo lo poco e importante que encontré, e imagino las emociones que deberían haber sentido mis padres y el resto de los issei presentes:
Año: 1932
Sede: Los Ángeles
Japón fue la revelación en natación masculina, ya que de las seis pruebas ganó cinco, a lo que hay que sumar cuatro medallas de plata y dos de bronce.
En los JJ.OO. disputados en Los Ángeles (EE.UU.) en 1932, aparece Japón como potencia mundial en la natación, gracias a la posición más oblicua que tienen sus nadadores al desplazarse y a un mayor movimiento del miembro inferior (Cureton, 1974). Vencen en los 100m libres, 1.500m libres, 100m espalda y 4 x 200m libres, en categoría masculina. La lucha entre japoneses y americanos, también se mantiene en los siguientes JJ.OO celebrados en Berlín (Alemania) en 1936.
En 1950 llega una comitiva de atletas de natación japoneses. La comitiva estaba compuesta por:
el director del equipo, Masanori YUSA,
el capitán del equipo Shuichi MURAYAMA,
el legendario “pez volador de Fujiyama”, Hironoshin FURUHASHI,
Shiro HASHIZUME y
Yoshihiro HAMAGUCHI.
Japón no había podido participar de las Olimpíadas de Londres de 1948 porque era un país derrotado en la IIº Guerra, pero en junio de 1949 se le permite reingresar como país miembro a la Federación Internacional de Natación. Y en agosto de ese año cuando participaron como invitados en el Torneo Nacional de los Estados Unidos realizado en Los Angeles, FURUHASHI como Shiro HASHIZUME y demás atletas, lograron nuevos récord mundiales en estilo libre de 400, 800 y 1.500 metros.
Este glorioso hecho ocurrió antes de la firma del Tratado de Paz de San Francisco o sea Japón seguía bajo ocupación americana. En esos tiempos era muy difícil conseguir dólares para viajar al exterior, por ende estos atletas pudieron viajar, permanecer y ganar en este Torneo en Los Angeles gracias a las donaciones de los directivos de la Asociación Japonesa de Natación y a los nikkei de los Estados Unidos.
El legendario nadador japonés Hironoshin Furuhashi, presidente honorífico de la federación de su país, falleció a los 80 años durante el Mundial de Roma.
Furuhashi, nacido el 16 de septiembre de 1928, vio interrumpido el comienzo de su carrera por la Segunda Guerra Mundial. Pero, a pesar del hambre y la falta de competición en la postguerra, fue capaz de batir el récord del mundo de 400 metros libres en una competición nacional en 1947.
Su crono no fue aprobado como récord del mundo porque la Federación Internacional de Natación (FINA) excluyó a Japón, que no fue autorizado a competir en los Juegos Olímpicos de Londres-1948.
La Federación Japonesa decidió organizar ese mismo año en Tokio una competición con las mismas pruebas, en la que Furuhashi ganó los 400 y los 1.500 metros libres haciendo los mejores tiempos mundiales, que estaban muy por debajo de los de los campeones olímpicos de Londres.
Furuhashi volvió a hacer las plusmarcas planetarias en Los Angeles en 1949, donde una delegación japonesa fue invitada a participar en los campeonatos estadounidenses, aunque se encontró con un tenso clima anti-nipón.
«Había mal ambiente y la gente nos llamaba ‘jap'», una forma despectiva de referirse a los japoneses, recordaba décadas después Furuhashi en la web del Comité Olímpico Japonés.
Sin embargo, según el nadador, los espectadores norteamericanos quedaron conquistados por su gran rendimiento. «Después de que batiéramos los récords del mundo en la competición, los norteamericanos nos pidieron disculpas y me apodaron el ‘pez volador de Fujiyama'», contó.
Desde luego, esta noticia motivó y alegró de sobremanera los esfuerzos que realizaban los japoneses en la reconstrucción de la posguerra.
Nora: esta y las demás notas que he enviado, me he dado cuentas que fueron puentes a la manera de la época, intentando de alguna manera crear directa o indirectamente el lazo de unión entre los pueblos.
Que de alguna manera se han cumplido; seguramente habrá quienes no estén de acuerdo, pero no es mi objetivo polemizar, simplemente contar.
Por ello intento de alguna manera comentar que fui testigo de lo ocurrido en remotos tiempos, para complementar con tu causa.
Construyendo un puente hacia el futuro, entre los países de Habla Hispana y Japón.
日本とスペイン語圏の未来への懸け橋
Saludos
Estimada Norachan
He leído con mucha alegría tus comentarios sobre el tejido de Ñanduti del Paraguay, que fuera exhibido en Japón.
Quisiera además comentarte que en Paraguay el ser Japonés es palabra mayor, sinónima de honradez, tesón en el trabajo, y mucha seriedad.
Cuando estuve en Paraguay un amigo me invito ir a su pueblo natal, llamado Cururú Cuantía del Departamento de Ñeembucú. Para llegar a la misma, el primer tramo desde Ita Cora (está enfrente la ciudad de Itati, Corrientes) es en una camioneta 4×4 por unos caminos de huellas, cuando llegamos hasta la orilla de un estero, vi que había un bote esperándonos, llamado “Cachiveo”, este estaba hecho de un tronco de árbol de gran diá-metro, cavado interiormente para alojar a los dos pasajeros con sus bultos y al botero, me advierten que debo quedarme quieto y no balancear el torso lateralmente, por que inevitablemente el tronco se giraría por su eje y por supuesto al agua, creo que no se me movió ni un pelo.
El botero va parado en la parte trasera del Cachiveo y con un palo largo impulsa el bote por caminos estrechos formados en el espejo de agua, y a ambos costados toda una densa vegetación. Por fin llegamos a la otra orilla, sorpresa, veo cinco montados (caballos) y esperando dos jinetes, montamos cada uno sobre un montado.
Montamos a los caballos, el mío tenía espuelas, y el del resto no, montaban al sistema llamado al pelo, como los pueblos ancestrales.
Arrancamos con un baqueano al frente, el camino estaba flanqueado por esteros a ambos costados y para mí fue muy emocionante ver un bosque, tantos tipos de árboles y una densa vegetación, ver toda clase de pájaros, yacarés, monos carayá aullando por los árboles, y toda clase de sonidos misteriosos.
En un determinado momento, comenzamos a ingresar al estero, el agua rápidamente llega por encima de los estribos y hay que recoger las piernas para no mojarse; supongo que tendría una cara de susto, porque todos riéndose me explican que no me preocupara por que los animales siguen un curso libre de camalotes, los mismo lo generan instintivamente la hacienda vacuna cuando va a comer los camalotes al estero y se forma el camino, y no es hondo y los caballos aprovechan ese camino seguro.
Uno de ellos el padre de mi amigo, remata diciéndome “porque las vacas no son tontas”, que genero muchas risas.
Por fin llegamos a tierra firme, el padre y sus amigos se desvían en el camino hacia su casa, nosotros seguimos cabalgando hasta el pueblo, para cumplir una costumbre típica, que el lugareño, mi amigo, debe presentar al extraño, yo, a las autoridades del pueblo.
Estimo que hemos tardado toda la travesía desde el bote cachiveo, hasta el pueblo, unas tres horas.
El pueblo es muy pequeño, que está construida en la cima de una colina alta, su distribución todas son similares, tiene una plaza central de aproximadamente dos hectáreas, en la cabecera esta la iglesia, en el costado derecho un edificio moderno de dos plantas que es la Antelco (Administración Nacional de Comunicaciones), y casas bien espaciadas, la mayoría de la época colonial, con recova, y sus techos a dos agua, cubiertas con enormes antiguas tejas coloniales, y algunas están cubiertas de paja. En las cuadras de la izquierda hay casas del mismo estilo y en la esquina con la Iglesia hay un terreno sin construcción y en cuyo perímetro habían postes de palmera clavados en el suelo de unos 20cm de diámetro, con una altura de tres metros, y una distancia libre entre postes de aproximadamente de medio metro, parecía una jaula sin techo.
Fuimos recibidos, por la máxima autoridad del pueblo que estaba presente en ese mo-mento, que era el jefe de Antelco (Telefónica Nacional), se acercaron unas sillas, una mesita y el infaltable terere, me presentaron a la autoridad y después del saludo protocolar, nos invitó a sentarnos, empezó la ronda del terere, y el jefe arranco la conversación y me pregunto: de donde era, ¿coreano?, yo le conteste: argentino, y mi amigo remata inmediatamente: es japonés, en general esas personas del Paraguay profundo manifiestan su gran estima al hombre japonés, y no de otros orígenes similares.
Se ensalza en forma escrita y oral, que gracias al sacrificio de ellos, Paraguay pudo tener variedades de verduras y además variedades de frutas no típicas del país.
Abunda también las frutas típicas, como distintas clases de mangos, ídem de paltas o aguacates, pacuri del monte (tamaño similar al damasco de color amarillo, y su sabor agrio y muy dulce), yvapuru (tiene las frutas directamente sobre las ramas, parecida a una uva negra grande de sabor agridulce), y otras que sería largo enumerar.
Promediando la conversación se acerca una señora que pide permiso a la autoridad para interrumpir y convidarnos un plato con melón cortados en forma de cubitos y rociado con miel de abeja silvestre que se cosecha en el bosque, muy delicioso.
Ya muy intrigado pregunte que era esa esquina que parecía una jaula, se largaron a reír a carcajadas, y me explicaron, como el pueblo no tiene energía eléctrica, los sábados a la noche sobre cada poste aproximadamente a las 21hs. se instalan “lámparas de querosén con mecha” en cada poste y se encienden, el Disc Jockey instala su radio grabadora y un parlante, alimentado eléctricamente por batería de camión, y el mismo DJ anuncia el acontecimiento (todo en guaraní, es muy frecuente que en el interior del Paraguay muchas personas hablen solamente el Guaraní), allí comienza el baile; es muy, pero muy simpático.
Paraguay festejo los 80 años de la llegada de los primeros inmigrantes del Japón, recibieron la visita de la Princesa Mako, y en el diario ABC color, se publicó una foto con la princesa sentada en cuclillas para estar a la altura de las Obachan y les tomaba las manos, mientras les hablaba, se veían a las Obachan muy emocionadas y muy asombradas por el gesto, y no es para menos.
Paraguay es únicos de los pocos países que no se le restringió a los inmigrantes issei su libertad durante la 2ª WW, la colectividad vivió y trabajo con toda felicidad y libertad.
Uruguay es otro de los países que no se le restringió a los inmigrantes issei su libertad durante la 2ª WW, la colectividad tengo entendido es muy pequeña.
En ese orden le siguen la Argentina, la única restricción que sufrió mi padre es ir una vez por semana a la comisaria a firmar un libro de novedades, que termino yendo una vez por mes y firmar por cuatro semanas; su actividad comercial no tuvo ninguna clase de restricciones para trabajar y para el ingreso de camiones para entregar y recibir mercaderías a la enorme estación de cargas ferroviaria ubicado en al barrio de Barracas llamada Estación Sola, también al puerto de Buenos Aires para la misma actividad, uno de los tantos lugares llamados estratégicos durante la 2ªWW. Fue muy exitosa su actividad, que en el febrero de 1947 nos llevó a la playa a conocer el mar, de San Clemente del Tuyu, fuimos con la empresa de transporte llamada El Borque, que tenía muy mala fama decían: «sabes cuándo salís, pero no se sabes cuándo llega», en días de lluvia cuentan que el camino de tierra desde Dolores a San Clemente del Tuyu, era toda una aventura, además de las frecuentes descomposturas mecánicas, por supuesto eran más baratos que los pasajes de la Empresa Rio de la Plata, que ya existía.
En cuarto lugar puedo citar a Bolivia, que deporto por pedido de los Estados Unidos, a esa, alrededor de 29 issei, la actividad de los que quedaron no tuvieron mayores restricciones en sus libertades.
De los países, siempre hablando de los pertenecientes al cono sur de América, los issei que sufrieron mucho, incluyendo muertes, presos, discriminación, deportaciones y desarraigo, son los de: Brasil, Perú y Chile.
Por ello guardo mis mejores recuerdos de la República del Paraguay.
Norachanは、あなたの愛する人の会社では非常に幸せなクリスマスは、私たちはこの最愛のラテンアメリカから望みます。
Norachan, muy feliz navidad en compañía de tus seres queridos, te deseamos desde esta querida Latinoamérica.
Afectuosamente, Juan
Norachan
Fe de errata, el nombre del pueblo de mi amigo en Paraguay, es: Curusu Cuatia.
Gracias
juan,
Muchas gracias, que el 2017 sea un año buenísimo para vos y tu familia.
Un cordial saludo.
nora dijo:
noviembre 12, 2016 en 8:03 pm
juan,
Muchas gracias por el comentario. La próxima vez será mejor que me dejes el enlace del artículo para no tener que escribir tanto
Un cordial saludo.
Quiero responder a tu sugerencia, del 15 de noviembre pasado; realmente me ocasiona mucho placer por las alegrías y tristezas que me ocasiona.
Como me imagino, te habrás dado cuenta que no soy lo que se dice un “pendeeejo, pendeeeeejo”.
Escribo primero un borrador en Word; empiezo a transcribir los primeros recuerdos que me viene a la memoria, en el orden que sea, luego en sucesivas leídas y muchas más leídas voy corrigiendo errores, agregando más recuerdos, ordenando el orden de los acontecimientos, eliminando algunos supuestos recuerdos, el cruce de los recuerdos, y además hacer muchas preguntas, tratando ser lo más fiel posible, muchas veces en sueño veo imágenes olvidadas.
Hasta estar seguro de lo escrito, y esto me lleva bastantes días y semanas; además que me produce alegrías y nostalgias; y tristezas por los que no están .
Busco por internet información sobre el tema que voy a narrar, selecciono las informaciones más serias de internet, muchísimas veces me corrobora que fue real, determinado acontecimiento, además de conocer el acontecimiento que lo origino; generalmente el conocerlo me abruma la emoción, ya que a mi edad no me permitía conocerlo en profundidad; luego copio en Word, y comienzo a eliminar pasajes para mí no importantes, pero no elimino aquellos que me impactan.
A medida que voy leyendo la información, voy descubriendo algún recuerdo que me emociona, o algún motivo del acontecimiento que por mi edad desconocía, y que me emociona imaginarme las emociones de mis padres y de los demás isses de la época, supongo muy acomplejados por la reciente derrota de Japón en la 2ªWW.
Finalizado el mismo realizo un copy del Word y lo inserto en tu blog, y elegí continuar en el de Ranko Fujisawa que corresponde a Argentina.
Esperando que te sean de utilidad estas pequeñas historias, porque creo que sería interesante crear puentes entre el pasado y el presente para un mejor futuro.
Afectuosamente, Juan.
Estimada Norachan
Por estas búsquedas de información correspondientes a las décadas del 40 y 50, me tope con una historia increíble; esta corresponde entre Paraguay, Argentina y Japon.
Saludos Juan
De huérfano de guerra a almirante
16 ago. 2006
MANUEL DOMECQ GARCIA
El próximo miércoles se cumple un aniversario más de la batalla de Acosta Ñú, durante la cual cientos de niños (vestidos como soldados y con escopetas de madera) fueron masacrados en una desigual escaramuza. Otros sobrevivieron, y no faltó quien llegó a presidente de la República del Paraguay, como el caso de Emilio Aceval. Hoy recordaremos a otro sobreviviente de la Guerra contra la Triple Alianza que, con el transcurso de los años, llegó a ser una gran personalidad en la vida política argentina, el almirante Manuel Domecq García.
«Yo contaba entonces nueve años de edad. Centenares de criaturas hambrientas y desparramadas llegaban de la campaña a la capital, tras los peregrinos que regresaban de los desiertos, extraviados por causas múltiples, de nuestras familias o tutores, rastreándolos inútilmente. Y amedrentados por los que robaban niños en la ciudad, los que podíamos escapar a estas persecuciones huíamos de nuevo al interior, vagando hasta encontrar alguna persona piadosa en las poblaciones cercanas, que habían sido abandonadas y empezaban de nuevo a ser pobladas.
«Esta caza de menores había durado de 1869 a 1870, o hasta más tarde. Yo retrocedí hasta el pueblo de Capiatá, amparándome en una señora de la familia de Mongelós, hasta que una única hermana mía regresó de Cerro Corá, y hubo de recogerme consigo en la capital. Mis hermanos varones sucumbieron todos. El hecho que dejo relatado no puede considerarse un caso aislado, porque lo realizaban sistemáticamente, pues los mismos soldados argentinos salían a recorrer las calles, en busca de pequeños errantes, o de los hijos de los mismos vecinos, que habían vuelto a ocupar sus casas, para llevarlos a distribuir después, en son de dádiva, a sus familiares, como trofeos vivientes o como «cautivos». He tenido ocasión de conocer a muchos de esos desgraciados, tanto en la capital federal argentina, como en los pueblos de las provincias, antes y después que permanecí en el ejército de dicho país».
Este dramático relato lo hizo Bartolomé Yegros, un niño sobreviviente de la Guerra contra la Triple Alianza. La suya fue una de las tantas tragedias vividas por la sociedad paraguaya en los días finales de la contienda internacional que ensangrentó Suramérica entre 1865 y 1870.
Los niños de la guerra
La historia nos da varios nombres de niños que fueron secuestrados y llevados a los países vecinos, como los casos de Ramón Grance, Mateo Rivas, José Cantero o Manuel Domecq García. Otros quedaron perdidos en las negras páginas del pasado, pues no solo fueron secuestrados sino robadas sus propias identidades.
Relato de sobrevivientes refieren que a los pocos días de tomada Asunción por las fuerzas aliadas, además de los muebles, joyas y demás objetos saqueados, eran transportados en los barcos que zarpaban del puerto asunceno, cientos de harapientos y famélicos niños que habían sido secuestrados por la soldadesca y llevados aguas abajo por miembros de los ejércitos invasores, en medio de dramáticas escenas de parte de sus parientes, imposibilitados de evitar tal despojo, pues fuertes cordones de soldados no dejaban acercarse a parientes y conocidos para despedirse de los desgraciados.
El caso del niño Manuel Domecq García es bastante curioso, pues, con el tiempo, llegó a ser una personalidad notable y respetadísima en la sociedad argentina. Había nacido en el pueblo de Tobatí el 12 de junio de 1859 y, con apenas seis años, fue arrastrado por la vorágine de la guerra. Su padre, Tomás Domecq, médico militar, perdió la vida en el cerco de Humaitá, en 1868, y su madre, doña Eugenia García Ramos de Domecq, habría fallecido en la batalla de Piribebuy del 12 de agosto de 1869 o a causa de las penurias siguiendo al ejército paraguayo como residenta.
Rescatado de las fauces de la esclavitud
Con las fuerzas aliadas llegaron al país numerosas familias………
Según un informe proporcionado por la propia señora Concepción Domecq de Decoud, al doctor Estanislao S. Zeballos, el niño Manuel Domecq García había sido recogido por sol-dados de las fuerzas brasileñas de ocupación. «Después del regreso de las familias a la Asunción, cuenta el doctor Zeballos, una noche que en la casa del señor Decoud (Juan Francisco) se celebraba una comida en regocijo de la reunión de la familia, llamaron a la puerta unos brasileños. Salió el joven José Segundo a inquirirse del objeto de la visita, y ellos dijeron que querían hablar con la señora”.
Cuando doña Concepción se presentó ella, con dos de sus hijos, se desarrolló el siguiente diálogo: «Usted busca un sobrino, señora; nosotros lo tenemos». «Traiganlo, pues». «Es necesario que nos pague el servicio» «Tráiganlo, les daré una libra esterlina (una cifra elevada, en la época)».
Los brasileños se negaron a entregar al niño por esa suma y recién luego de varios minu-tos de puja, se acordó la entrega, cuando la señora de Decoud ofreció entregar ocho libras esterlinas por el rescate del niño, quien se encontraba escondido en una carpa en el campamento brasileño.
Nuevo extravío
Ante la ausencia de los padres del niño………
«La familia que se encuentra desolada con la pérdida de este niño agradecerá profunda-mente y gratificará a la persona que le proporcione indicaciones sobre su paradero. «En Buenos Aires puede ocurrirse a la calle Perú esquina Rivadavia». Este bando se repartió por todas partes, pero, por suerte, tuvo efecto y, luego de cuatro meses de angustiosa espera, el niño Manuel Tomas Domecq García pudo reunirse con la familia de su tío.
¿Qué pasó con el niño, el tiempo que estuvo nuevamente desaparecido? Cuando viajaba para reunirse con su tío Manuel García Ramos, con la inconciencia propia de su edad, el niño decidió subirse a la grupa del caballo de un oficial brasileño, quien le llevó al Brasil, donde fue recogido por mariscal Luis Alves de Lima e Silva, duque de Caxías, quien llegó a encariñarse tanto con él que quiso adoptarlo. Por suerte, sus familiares le localizaron y el tío estanciero viajó al Brasil a rescatarlo.
En Buenos Aires, el niño Manuel y su hermana Eugenia, pasaron a vivir en la casa de una hermana de su madre, doña Demofila García Ramos de Lanús.
Manuel el marino
En 1873 se fundó la Escuela Naval argentina, que funcionó en el buque General Brown. Llamado por su vocación, en 1877, el joven Manuel García Domecq ingresó en la flamante escuela, iniciando así una larga y proficua carrera. Se destacó como estudiante y se recibió de guardiamarina con excelentes calificaciones que le destacaron como el primero de su promoción.
En esos años, el gobierno argentino…………
La innegable capacidad del joven paraguayo, nacionalizado argentino le llevó a cumplir importantes misiones encargadas por sus superiores, entre ellas el ser enviado a contratar la construcción de la fragata Sarmiento, destinada a ser buque escuela de la Armada argentina.
Luego de estudiar las diversas propuestas de astilleros europeos,.……
Domecq García en el Japón
Por encargo del gobierno del general Julio Argentino Roca, el capitán Manuel Domecq García fue designado…………..
Observador en la guerra ruso-japonesa
La misión de observador de la guerra ruso-japonesa……………
El paraguayo Domecq García, almirante argentino
Luego de una azarosa vida, conociendo los horrores de una guerra en plena niñez, de realizar expediciones exploratorias, de cumplir importantes misiones en el extranjero, entre otras cosas, el 19 de mayo de 1908, a los cuarenta y nueve años, Manuel Tomás Domecq García recibió las palmas del almirantazgo al ser ascendido a contralmirante, luego de una larga postergación como capitán de navío, prestando servicios en la Armada en diferentes destinos.
Domecq García, el factor
Ya con las palmas del almirantazgo, su larga experiencia en temas navales determinó que el 17 de diciembre de 1908, el presidente Figueroa Alcorta le designara presidente de la comisión naval en Europa. Esta comisión debía estudiar las propuestas y recoger informes de los distintos astilleros que construirían buques para reforzar el poder naval argentino.
Para el efecto, viajó nuevamente a Europa y Estados Unidos, donde encargó la construcción de los dos buques de guerra más grandes del mundo en ese momento y que costaron al país cinco millones de libras esterlinas. Estos dos acorazados fueron nuevamente bautizados con los nombres Moreno y Rivadavia.
Luego de tres años al frente de la misión naval en los EE.UU., Domecq García retornó a la Argentina, siendo designado comandante en jefe de la Escuadra de Mar. Comandó el acorazado Moreno y, ya con el grado de vicealmirante, comandó el buque insignia argentino, el acorazado Rivadavia.
En 1922, el doctor Marcelo Torcuato de Alvear fue elegido presidente de la República y designó ministro de Marina al marino más prestigioso del momento: Manuel Domecq García. Desde sus funciones ministeriales, Domecq García fue el factor de la modernización de la Armada del vecino país, que vio incrementar su flota, especialmente por la adquisición de submarinos, que se sumaron a la flota argentina, algunos años más tarde.
Tanto el presidente Alvear como el almirante Domecq García alentaron la construcción de submarinos por la Armada Argentina y promovieron el equipamiento de un astillero especial. Ese astillero fue bautizado con el nombre de su principal mentor: «Astillero Ministro Manuel Domecq García», recientemente reacondicionado y reinaugurado por el gobierno del presidente Néstor Kirchner.
En el Ministerio de Marina
En su juventud, Manuel Domecq García fue uno de los fundadores del Centro Naval argentino. En 1912, fue uno de los propulsores de la creación de la Aeronáutica del país vecino y, años después, como ministro de Marina de la República Argentina, Manuel Domecq García fue el redactor, entre otras cosas, del proyecto de acuerdo con la República del Uruguay para la determinación de la jurisdicción de ambos países sobre las aguas que los separan; del anteproyecto de formación de la Marina Mercante argentina de ultramar; de la remodelación del puerto de Quequén y la construcción de otro en la bahía Uruguay; del proyecto de explotación de minerales ferrosos y plumbíferos de la mina Valcheta, entre otras realizaciones.
Siendo ministro, y por cumplir el límite de edad, con el reconocimiento de toda la institución, se retiró de la actividad naval, luego de cincuenta y ocho años, cuatro meses y catorce días de servicios continuados. Su gestión no solo fue reconocida en su país, sino también en el extranjero: El rey Jorge V de Inglaterra le honró con la condecoración de Caballero del Imperio Británico. Retirado de la actividad pública, los gobiernos que vinieron luego no dudaban en recurrir ante el viejo almirante para requerir sus sabios consejos.
Cuando estalló la guerra que ensangrentó a nuestro país y a Bolivia (1932-1935), el almirante Domecq García, tan unido al Paraguay por lazos de sangre y amistad, adhirió a la suerte paraguaya y fue uno de los principales promotores de la ayuda argentina al Paraguay.
Personalmente fue fundador de la Asociación Fraternal Pro Cruz Roja Paraguaya, que envió al frente uniformes, frazadas, alimentos, etc., e integró, como asesor especial, la comisión argentina que, presidida por el canciller argentino, Carlos Saavedra Lamas, logró finalmente el acuerdo de paz entre los beligerantes, firmado en Buenos Aires el 12 de junio de 1935.
En la posguerra, el almirante Domecq García siguió demostrando su amistad hacia el Paraguay. Ante el desesperado pedido del general José Félix Estigarribia, prisionero luego del derrocamiento del presidente Eusebio Ayala, acogió en su domicilio a la esposa y a la hija del héroe paraguayo y se ocupó en movilizar a las autoridades de la Argentina y de Brasil, a la opinión pública, sin olvidar a los grandes banqueros y hombres de negocios, hasta obtener finalmente la libertad de ambos prisioneros.
En 1938, Domecq García fue uno de los propulsores de la candidatura del general Estigarribia a la presidencia de la República del Paraguay, diciéndole, entre otras cosas: «…así como en la guerra pasada se movilizó el pueblo entero del Paraguay para defenderlo, Ud. debe movilizar en su gobierno, si es que llega como lo deseo, a ese mismo pueblo para el trabajo, para que la pala y el pico, en lugar del fusil, sean las armas del progreso».
Luego de una larga vida, el 11 de enero de 1951, a los noventa y dos años, Manuel Do-mecq García, aquel niño nacido en un pueblito paraguayo, que conoció los horrores de la guerra en la que perdió a sus padres y cuyo destino le llevó a la Argentina, país al que sirvió con heroísmo desde las agrestes florestas misioneras, los inhóspitos páramos chaqueños, que contribuyó activamente a engrandecer el poderío naval de su país de adopción, entregó su alma, luego de hacerse merecedor de los máximos galardones y honores profesionales, dejando al morir en herencia una casa hipotecada y un automóvil de veinte años de antigüedad, sus uniformes, sus cartas y el recuerdo admirado de sus compatriotas argentinos. Es hora que sus compatriotas paraguayos, empecemos a conocerlo.
Por Luis Verón
http://www.nuestromar.org/noticias/mar_calmo082006_de_huerfano_de_guerra_a_almirante
Norachan
Buscando información sobre la gira de nuestro Presidente Mauricio Macri, sobre todo por Japón, te transcribo una noticia muy simpática publicada en el diario Clarín, noticia de la que no tenía conocimiento, ya que en la época del acontecimiento, ya no me encontraba en Argentina.
Además de no ser muy fanático del futbol, pero en el fondo de mi corazón soy hincha del Rojo de Avellaneda.
La única vez que fui a una cancha, fue cuando un compañero de trabajo, me invito a ir al partido de Boca y River en la bombonera, esto aconteció aproximadamente en los años 64 o 65.
Es un espectáculo muy imponente, recuerdo algunos jugadores de ese partido, por Boca: Ángel Clemente Rojas, Ubaldo Ratin, Silvio Marzolini y Antonio Roma, y por River: Angel Labruna, Carrizo, Luis Cubilla, Luis Artime y Oscar Mas.
Afectuosamente Juan
Clarin.com
19/05/2017 – 13:51
Política
Gira internacional
Mauricio Macri saludó a Naohiro Takahara, el japonés que jugó en Boca en 2001
Fue durante una recepción que le brindara el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, en To-kio.
Macri saludó a Takahara en Japón. Foto Presidencia
El presidente argentino tuvo su momento futbolero en su paso por Tokio. Mauricio Macri saludó al futbolista Naohiro Takahara, que jugó en Boca en el año 2001, durante la recep-ción que le ofreciera al Jefe de Estado el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, en Tokio.
Macri saludó a Takahara en Japón. Foto Presidencia
Takahara fue el primer japonés en jugar en el fútbol argentino. Llegó a Boca en 2001 lue-go de una gestión del propio Macri, por entonces presidente del club, cuyo objetivo era instalar a Boca en el mercado asiático.
Macri cuando presentó al japones Takahama en Boca en 2001
Sin embargo, el paso de Takahara por Boca fue discreto. Apenas jugó 6 partidos y marcó un solo gol, en una goleada 6-1 contra Lanús.
Es más, Takahara sigue en actividad en el Okinawa SV 沖縄SV, un equipo de la ter-cera división de Japón del cual es fundador, presidente y delantero. El detalle no menor es el color de la camiseta del club: azul y oro con los de Boca Juniors.
El Okinawa SV, club que fundó Takahara en honor a Boca y en el cual juega hoy a los 37 años
Además de ese recreo deportivo, Macri habló y afirmó que Japón es un socio importante para el objetivo de darle valor agregado a los productos agropecuarios, como también para contribuir al desarrollo de la infraestructura, la minería, la energía, la comunicación y la industria automotriz.
«Queremos que Japón tenga una presencia importante. Con nuestras licitaciones abiertas y transparentes, y con sus precios y financiamiento, tiene grandes chances de participar en grandes emprendimientos», dijo el presidente argentino.
Macri llegó ayer a Tokio, en su visita oficial a Japón, luego de su paso por China y Emira-tos Árabes. El presidente emprenderá el regreso a la Argentina en la tarde del sábado japonés (7.30 hora argentina) poniendo fin a su gira por Asia.
Para las fotos ver:
https://www.clarin.com/politica/mauricio-macri-saludo-naohiro-takahara-jugara-boca-2001_0_S1IXk2nxZ.html
juan,
Muchas gracias por tus comentarios e información.
Un cordial saludo.
Si la escuchas sin saber nada no podrías saber que es japonesa, no soy muy de tangos pero cantaba muy bien.