Tango argentino en Naha (Okinawa)
(el año pasado)
El señor de la camisa roja es el dueño del bar
y su esposa es japonesa (foto 6).
Las empanadas argentinas: Riquíssssimas 🙂
Entrada original de Una japonesa en Japón
Muchísimas gracias por leerme.
Hasta la próxima 🙂
昨年の五月、那覇市内にあります居酒屋でアルゼンチン・タンゴの夕べがありました。久しぶりに大好きなアルゼンチン料理のエンパナーダスを堪能しました(大きな餃子みたいなものです:中身は牛肉、たまねぎ、オリーブ、干しぶどうとゆで卵)。
いつも読んでいただいて、ありがとうございます。
ご自愛くださいませ。
ではまた ・・・
. . .
¡Que bueno! me alegra mucho Nora que hayas podido comer empanadas y disfrutar de ese espectáculo en un lugar con un nombre tan nuestro
te dejo link para que veas la flor «amancay»
http://es.wikipedia.org/wiki/Amancay
Besos
Hola Nora.
Lindo día 🙂
Saludos y besos.
Al fin, algo argentino en el blog!!! Gracias!!!
El tango siempre me ha parecido siempre un baile bellísimo y elegante es muy bonito de ver. Esas empanadas tienen pinta de estar muy ricas. Me alegra saber que por Okinawa encontrases un pedacito de tu mitad argentina y disfrutases durante el evento de un lindo tango y unas empanadas argentinas 🙂 .
Un fueeeeeeeeerte abrazo, Nora 🙂
Que buenas se ven esas empanadas…
Gracias por compartir esta noticia. Personalmente el tango y la milonga me gustan, son los bailes más sensuales y pasionales que conozco, muy bellos.
Colores de Argentina. Un monumento a la relación de pareja.
Pero si te comes una empanada de esas vas a tener que bailar diez tangos acrobáticos para quemar todas las calorías. 😛
Ay qué pecados, las empanadillas y el tango.
Un fuerte abrazo
Hola Nora, ha subido la temperatura del blog.
Parece la lambada, el baile prohibido. 🙂
Ah!! las empanadas argentinas… =}~ que delicia… al menos las que yo he probado por aca
Al ver lo del tango no puedo evitar acordarme de la pelicula Perfume de Mujer… una escena emblematica de esa pelicula es precisamente cuando Al Pacino baila tango con una chica… muy hermosa danza, muy pasional.
Hola, buenas tardes!!!!
Recuerdo aquella vez, no hace mucho, que una pareja de japoneses ganó el Mundial de Tango, y todavía nadie nos aclaró si tú eras o no la componente femenina, jejejeje. Viendo lo visto empiezo a dar credibilidad a los que afirmaban que SÍ, eeeeeeeeeeh. También empiezo a entender el porqué de las empanadillas y tanta comida en éste puente. Hay que tener mucha fuerza y estar en forma para bailar bien el Tango, eeeeeeeeh. Okinawa no será una isla muy grande, pero no falta de nada, jejeje.
Gracias por leerme, y a Nora por no olvidar el sentir del Tango.
Un abrazín!!!!
P.D.: A ver si algún día consigo probar una empanadilla de eeeeeeeeeeesas, jajajaa
Estupendo esos encuentros culturales. ¿Qué sabes sobre Colombia que en Nipón se de? ¿Por ejemplo Salsa? Aunque no es de origen colombiano, también hay cantantes y grupos muy buenos que crean ese género musical.
Que mezcla tan fascinante 😀
Hola Nora! 😀 mmmh esas empanadas se ven deliciosas *Q*_____ jugositas como me gustan y con aceituna <3 Por cierto, qué es eso que tenés en un recipiente chiquito en la primer foto de la empanada? Parece una salsa o algo… Que lindo bar. Creo que si estuviera en Japón con gusto iría a un bar Argentino o con comida argentina a recordar mis raíces y a probar empanadas :Q______ jajaja. Un fuerte abrazo desde Argentina!
Hola Nora
Lo reconozco, no sé mucho bailar y me gusta más la danza clásica/acrobática como tal pero la excepción… me gusta ver exhibiciones de tango 😀 (Más que de flamenco pero no se lo digas a nadie shhhh). Si se sabe bailar bien el tango, jo, tan elegante.
Un abrazo. A ver cuándo te animas a subir a la tarima 😛 si no reconoces lo que nos ha soplado Miguel-Maiku muahaha
hola nora:
gracias por compartir esta entrada.
saludos
Ana,
Muchas gracias por el enlace, conozco la leyenda de la flor 🙂
Besos**
Sura,
🙂
Un cordial saludo.
Leticia,
Hay muchas entradas sobre Argentina en el blog.
Un cordial saludo.
ToNy81,
Las empanadas estaban riquísimas, me gustó más que el tango 😛
Un fueeeeeeeeeeeeeeeeeeeerte abrazo, Tony 🙂
Nicté Kono,
¡Riquísimas! 😉
Un abrazo.
Jaiem,
JAJAJAJAJAJA … Qué risa tu comentario, lo de las calorías jajajajaja
Un fuerte abrazo.
kuanchankei,
JAJAJAJAJAJA … Dios mío, las cosas que se te ocurren (que me gustan jajajaja)
Un abrazo, Kuanchan.
Verónica García,
No conocía la película, la voy a buscar.
Un abrazo.
Miguel-Maiku,
A veces pienso que sí, que Okinawa es una isla pequeña pero no le falta nada jajajaja
Un fuerte abrazín.
Daj Katrin,
En Japón hay escuelas de Salsa, pero creo que gana el Flamenco jajaja
Un cordial saludo.
Pau,
jajajaja …
Un abrazo a los cuatro.
Maki-chan,
Era una salsa picante que no me gustó mucho, no sé por qué servían las empanadas con esa salsa. Las empanadas estaban muy ricas sin salsa 😉
Muchas gracias por la visita y el comentario.
Un abrazo.
Eowyn,
Tranquila, que no se lo vamos a decir a nadie.
Habrá que hacer algo para que Miguel-Maiku se quede calladito 😛
Besos**
Estrella,
De nada, gracias a ti por pasarte y comentar.
Un cordial saludo.
=) ¡Esas empanadas se ven buenísimas..!
Nomas le sacaría las aceitunas y le pondría pasas de uva.
Augusto,
Mejor con aceitunas y pasas de uvas 😛
Un cordial saludo.
Ese lugar me quedó pendiente visitar. He ido al Sudaka que también se come bien, te lo recomiendo.
Kana,
Voy a ver si puedo ir dentro de unos días 😉
Un abrazo.
Milonga y empanadas que lindo norita espero que la allas pasado lindo falto el fernet y los alfajores de postre jajaja besos desde Bs. As.
Marina,
Lo pasé muy bien, y las empanadas … riquísimas.
Un cordial saludo.
Norachian
Te envio una nota a una cantante de tango, muy caro en mis recuerdos de juventud.
«Café Ten Roses
Por Luis Alposta
Fujisawa – Un té con Ranko Fujisawa
ntre los cantantes japoneses que fueron atraídos por el tango merece un capítulo muy especial Ranko Fujisawa, a quien conocí la tarde del 12 de febrero de 1980, en el Café Ten Roses de Tokio. Durante aquel encuentro, mientras tomábamos el té, Ranko me dijo que ése habría de ser el primer reportaje que un argentino le hacía en su país.
Nacida con un nombre que en japonés significa «flor de orquídea en el lago de las glicinas», se dedicó al estudio de canto y piano hasta los 18 años, ya que sus padres querían que fuese cantante lírica.
Durante la guerra tuvo que huir con su familia a Manchuria. A su regreso, una vez firmada la paz, los Fujisawa debieron afrontar tiempos difíciles, de verdadera miseria.
«Comencé entonces a trabajar en un club americano, donde cantaba clásico, pero lo que ganaba apenas me alcanzaba para comer. De modo que empecé a incursionar en otros géneros musicales: canciones populares japonesas, jazz y algunos temas hawaianos. Al cumplir los 24 años ya había incluido en mi repertorio algunas melodías de tangos europeos. Pero recién fui ganada por el tango argentino cuando escuché por primera vez “La cumparsita”, interpretada por la Orquesta Típica Tokio. Después de sentir una profunda emoción, decidí que debía cantar esa música».
Ranko se vinculó entonces con Masahico Takayama, un importante coleccionista de tangos y autor de dos libros sobre el tema, quien le hizo escuchar discos de Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ada Falcón, Libertad Lamarque, Hugo del Carril y Carlos Gardel.
«Para poder lograr la verdadera entonación del tango argentino estudié, en un principio, con Jorge Minoru Matoba, un especialista en música latinoamericana y sobre todo en tango».
En esos tiempos, en que aún canta en una orquesta que incluye en su repertorio, preferentemente melodías europeas, Ranko se casa con Shimpei Hayakawa, director de la Orquesta Típica Tokio, quien no tardará en incorporarla en su orquesta para que cante tangos en castellano.
«El primer tango que canté fue “Caminito”». Según me cuenta Matoba, cantó acompañada por la orquesta que dirigía su esposo, en 1948, a bordo de una fragata argentina. «Terminada la gran guerra mundial, el Supremo Comando del general Mac Arthur en Japón, para mantener el orden público abasteció a Japón de alimentos gratuitos, y entre los países extranjeros, fue la marina de guerra argentina la primera en acudir con dos transportes de trigo, cargados a pleno. Para agasajar a los oficiales de la tripulación se celebró entonces una reunión campestre en la residencia oficial del gobernador de la Prefectura de Kanagawa.
«Esto ocurrió en junio de 1948 en su residencia oficial de Yokohama, donde había montones de escombros en las calles bombardeadas y ante una multitud de soldados de ocupación del ejército americano. El gobernador Iwataro Uchiyama había desempeñado, antes de la guerra, el cargo de ministro plenipotenciario japonés en la Argentina. Para amenizar la reunión, yo lleve allá, en camión, desde la distante Tokio, a la cancionista Ranko Fujisawa y a su futuro esposo Shimpei Hayakawa que encabezaba la Orquesta Típica Tokio. Mi deseo fue entonces que los marinos de guerra argentinos conocieran el hecho de que aún cuando se hallaba derrotado el Japón en la guerra, el tango estaba a salvo en este país.
«En verdad, los oficiales y marinos que escucharon a Ranko aquel día quedaron maravillados, y yo pedí entonces al capitán del barco que se sirviera disponer que ella pudiese cantar en la Argentina. Esto dio origen a que años después Ranko y su esposo Shimpei Hayakawa fueran invitados a la Argentina para cantar tangos, contribuyendo así, mediante la música, a estrechar, aún más, los lazos de amistad nipona-argentina».
En 1950, debutó con la Orquesta Típica Tokio en el Club Ciro, en Ginza, y uno o dos años después hizo su primera grabación para el sello Victor-Japón.
Cuando le pregunté sobre su viaje a Buenos Aires, Ranko sonríe y luego de entonar levemente sus párpados, tal vez para convocar más fácilmente a los recuerdos, me responde: «Viajé por primera vez a la Argentina a mediados de agosto de 1953. Iba acompañada de mi esposo, como simple turista, y pensaba quedarme apenas un par de días, ya que Buenos Aires era una escala más de un recorrido que abarcaba Hawaii, Estados Unidos, México y otros países. Pero mi estada se prolongó dos meses, en gran parte por obra del azar: en el aeropuerto de Ezeiza me estaba esperando el señor Landi, director de la emisora radial de onda corta SIRA, quien me había escuchado cantar en transmisiones de radios japonesas. Me sugirió que me presentase ante el público porteño; insistió tanto que, finalmente, me convenció, y consiguió que debutara, acompañada por Aníbal Troilo y Roberto Grela, en el Teatro Discépolo. A esa función asintió el presidente de la república, Juan Domingo Perón, y los temas que más me aplaudieron fueron “Sur”, “Yira yira” y “Una lágrima tuya”.»
Aquella noche, Troilo le dio la bienvenida con palabras que aún hoy, a más de treinta años de distancia, conmueven a Ranko. La voz de Pichuco nos llega a través de una vieja grabación:
«Con algo de Malena o de Esthercita, proyecta en Buenos Aires su emoción oriental, para hacernos saber que allá, muy lejos, bajo la luna de un Oriente vestido de pagodas, se respira la dulce cosa nuestra. Esa misma que encontró por Chiclana o por Boedo, San Juan y Boedo antiguo, la misma de los lengues y del taco repartiendo las rosas de los ocho sobre los patios pobres del parral y los ladrillos. Mensaje del Japón que aquí llega, portador de un abrazo, en esta figurita de mujer escapada acaso de un cuento de Pierre Loti. Mensaje que recojo en nombre de mi pueblo y del que quieren ser eco mi bandoneón y mi alma. Bienvenida muchacha, Buenos Aires, mi patria, el tango y yo, te declaramos nuestra y te hacemos un lugar en el rincón más puro de la orilla. Esta noche, tus ojos oblicuos y brillantes entran en la emoción, con la ganzúa de tu voz japonesa, hasta el mismo cogollo de nuestro porteñismo. Un fuelle y una viola te saludan en nombre de la patria.»
Esa exitosa actuación despertó tal interés que varias radios porteñas se disputaron la contratación de Ranko. Finalmente, el director de Radio Splendid logró que la cantante japonesa actuara en dicha emisora durante todo un mes.
«Canté con el acompañamiento de la orquesta estable de la radio, dirigida por Víctor Buchino, y regresé al Japón con un nuevo contrato por dos meses más, para el año siguiente. En 1954, volví a cantar en Splendid, acompañada por la misma orquesta. Pero en esa oportunidad, también me presenté en el Teatro Nacional, en varios clubes y en un show de Canal 7. Ese mismo año grabé en Buenos Aires, para el sello T.K., “Nostalgias”, “Mama yo quiero un novio”, “La morocha” y otros temas en los que me acompañó la orquesta de Troilo, aunque sin la presencia del maestro.»
Ranko viajó por tercera vez a la Argentina en 1956, ocasión en la que estrenó “Recuerdos de Buenos Aires”, un tema deEnrique Cadícamo con música de Shimpei Hayakawa, su esposo. También en 1956, editó, en Japón, una obra autobiográfica titulada “Una extranjera en el tango”.
«Mi última visita a su país, fue en 1964. En esa oportunidad, actué con la Orquesta Típica Tokio, dirigida por mi esposo. Cantaban además Ikuo Abo e Hideko Auki. Recorrimos también otros países sudamericanos en una gira que duró 10 meses. Después seguí cantando en mi patria hasta que, en 1970, me retiré definitivamente de la vida artística… Eso no quiere decir que me haya olvidado del tango: lo canto en reuniones de amigos o, a veces, sola, en casa. Quien ha sentido correr por sus venas ese ritmo apasionante no puede olvidarlo jamás».
Así terminó mi reportaje a Ranko en el Café Ten Roses. La vi de nuevo cuando, en febrero de 1981, reapareció ante el público japonés, acompañada en esa oportunidad por el maestro Horacio Salgán. En junio del mismo año, volvimos a encontrarnos, pero esta vez en Buenos Aires. Y fue con una cena que festejamos el encuentro.
La Orquesta Típica Tokio se disolvió en 1971 y su director falleció por un cáncer, en 1984.
Gracias a mi amigo Mamoru, sé que el último recital suyo fue el 6 de septiembre de 1991 y que luego del mismo, se mudó a la ciudad de Nagaoka, distante 300 km de Tokio.»
Lamentablemente fallecio en el año 2013
juan,
Muchísimas gracias por la información, muy pero muy interesante 😉
Un cordial saludo.
Norachan
Soy un nisei nacido en el conurbano bonaerense de la Pcia. Bs.As. y en el momento de la llegada de Ranko Fujisawa a la Argentina, estaba cursando la escuela primaria.
Recuerdo como mis padres esperaban con ansiedad escuchar la primera transmisión por radio Splendid el recital, y se prepararon sentados frente al combinado en el living, fueron varias las transmisiones y algunas veces la escuchaban con familiares y otras con sus amigos, todos ellos issei que emigraron anterior a la 2ª guerra mundial, hoy entiendo que fue muy importante para ellos poder escuchar una compatriota, que además cantaba tangos.
Se pueden ver fotos de Ranko, que además era una mujer muy linda, en:
http://www.todotango.com/historias/cronica/293/Fujisawa-Un-te-con-Ranko-Fujisawa/
Ranko no sabia muy bien el castellano, y cantaba mayormente por fonética, asi que la audición fue con un interprete; miraba a mis padres que escuchaban muy complacidos la conversacion en japonés. En las sucesivas visitas mejoro su pronunciación y la conversación en castellano.
La primera canción fue “Mama yo quiero un novio”, y empezaron a reírse a carcajadas cundo escuchaban los defectos de pronunciación, que además eran los suyos, como describis en:
Pelo – pero – perro – 発音の混同
y se embelezaban escuchando la parte cantada en japonés, fue la canción de mayor éxito y se puede escuchar en la siguiente dirección:
http://www.youtube.com/watch?v=cK70mwJMkGI
Te enviare en sucesivos correos otros rercuerdos.
Saludos
juan,
Muchas gracias por pasarte y comentar otra vez.
Un cordial saludo.
Podrías decirme por aquí la receta de las empanadas argentinas, tienen muy buena pinta!
Duy,
Algún día la voy a poner 🙂
Un abrazo.